La licencia de conducir es sumamente importante al momento de manejar en la vía pública, pues de ocurrir un percance o una violación al reglamento, será este documento el que te respalde en las diferentes responsabilidades. Por ello, es buena idea que sepas en qué momentos los agentes podrían quitártela sin previo aviso.
Cada estado del país cuenta con un reglamento independiente respecto a la Ley de Tránsito, sin embargo, la mayoría coinciden en ciertas normas que retienen este permiso intransferible.
Licencia revocada
Más allá de las obvias faltas administrativas que ocurren al no respetar señalamientos de tránsito, en México, una de las principales causas para la revocación de la licencia de conducir está relacionada con la salud del conductor.
Las autoridades de tránsito tienen el derecho de retirar la licencia si consideran que la persona no está en condiciones de manejar un vehículo de forma segura. Por ejemplo, si una persona se encuentra en estado etílico, su tarjeta será retirada, pero esto va más allá.
Al comprometerse la conciencia del conductor en cualquier momento, otras enfermedades que alteren la atención y reflejos también son motivos para quitarte la licencia de conducir. Estas dolencias son:
- Enfermedades cardiovasculares: Problemas como la hipertensión o el riesgo de infarto pueden comprometer la seguridad al volante.
- Enfermedades neurológicas: Condiciones como la epilepsia o el Parkinson pueden alterar la coordinación y el tiempo de reacción del conductor.
- Enfermedades psiquiátricas: Trastornos que afecten la estabilidad emocional o la capacidad de juicio pueden representar un riesgo en la toma de decisiones durante la conducción.
- Trastornos de la visión: La dificultad para ver claramente, tanto de día como de noche, puede hacer que el conductor no perciba adecuadamente las señales de tránsito o a otros usuarios de la vía.
- Trastornos del equilibrio: Condiciones que afecten el balance pueden dificultar la operación segura de un vehículo, especialmente en situaciones de emergencia.
- Enfermedades musculoesqueléticas: Problemas que afecten la movilidad o la fuerza muscular pueden limitar la capacidad de maniobrar el volante o reaccionar a tiempo.