La disfunción eréctil (DE), a menudo considerada un tema tabú, afecta a millones de hombres en todo el mundo.
Es un trastorno que puede impactar significativamente la calidad de vida y las relaciones, pero lo más importante es que es un problema que puede prevenirse y tratarse si se aborda a tiempo.
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¿Cuándo comienza la disfunción eréctil?
Según estudios de Massachusetts Male Aging Study (MMAS) reveló que la prevalencia de disfunción eréctil aumenta con la edad.
A partir de los 40 años, según estudios, alrededor del 40% de los hombres comienzan a experimentar algún grado de disfunción eréctil a partir de los 40 años.
Esto no significa que todos los hombres a esta edad padezcan DE, pero sí que el riesgo empieza a ser más significativo.
Entre los 50 y 60 años, la prevalencia de la DE aumenta considerablemente, con más del 50% de los hombres reportando dificultades en algún momento.
Es en esta franja etaria donde las preocupaciones por la salud cardiovascular y otros factores de riesgo se hacen más presentes.
A partir de los 70 años, la incidencia de disfunción eréctil alcanza aproximadamente el 70% en los hombres de 70 años o más.
En esta etapa, la combinación de factores fisiológicos y enfermedades crónicas hace que la DE sea una condición común.
Factores de riesgo: ¿por qué ocurre?
La disfunción eréctil puede ser causada por una variedad de factores, tanto físicos como psicológicos:
- Problemas cardiovasculares: La salud del corazón y de los vasos sanguíneos es crucial para mantener una erección. Condiciones como la hipertensión, la diabetes y el colesterol alto pueden afectar el flujo sanguíneo, lo que puede llevar a la DE
- Estilo de vida: El consumo de tabaco, alcohol en exceso y una dieta poco saludable son factores de riesgo significativos. El sedentarismo también contribuye a la aparición de la DE
- Factores psicológicos: El estrés, la ansiedad y la depresión pueden influir en la función eréctil. En algunos casos, la presión para rendir sexualmente puede exacerbar el problema
- Trastornos hormonales: Un desequilibrio en las hormonas, como una baja en los niveles de testosterona, puede afectar la función eréctil
Prevención: ¿Cómo mantenerse saludable?
Prevenir la disfunción eréctil es posible si se adoptan ciertos hábitos de vida saludables y se toman precauciones desde una edad temprana.
Consumir una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras puede mejorar la salud cardiovascular y, en consecuencia, la función eréctil.
El ejercicio mejora la circulación, reduce el estrés y ayuda a mantener un peso saludable, todo lo cual puede prevenir la DE.
Evita el tabaco y limita el alcohol, fumar daña los vasos sanguíneos y reduce el flujo sanguíneo, mientras que el alcohol en exceso puede afectar la función sexual a largo plazo.
La disfunción eréctil es una condición que, aunque común, puede ser manejada e incluso prevenido con la intervención adecuada.