Aunque los teléfonos modernos prometen alertarnos sobre llamadas sospechosas, la realidad es que muchos siguen recibiendo llamadas automáticas o robóticas que pueden ser engañosas.
Este fenómeno, conocido como robocalling, ha existido desde los años 90 y puede tener tres propósitos: verificar bases de datos, enviar información masiva o, peor aún, estafar a los usuarios.
Te podría interesar
Las empresas usan sistemas automáticos para marcar números y conectar llamadas.
Estos sistemas pueden generar llamadas sin respuesta o con mensajes pregrabados.
Los ciberdelincuentes aprovechan esta técnica para extender sus estafas, combinándola con métodos como el phishing para robar datos personales.
Para evitar caer en una estafa telefónica, nunca proporciones información personal a números desconocidos y evita contestar llamadas que no reconozcas o que sean identificadas como spam.
Inscribirte en la Lista Robinson, un servicio gratuito, puede reducir las llamadas no deseadas, y en caso de recibir una llamada sospechosa, tienes el derecho de denunciarla y solicitar compensación.