Brent Hanson, ex cónsul de Estados Unidos, reveló en entrevista cuál es la peor respuesta que un solicitante de visa puede dar durante la entrevista consular.
Hanson, quien cuenta con años de experiencia en el manejo de solicitudes de visado, compartió sus observaciones en una reciente charla sobre el tema.
La peor respuesta para la visa
Según el ex oficial, la entrevista consular, que suele durar alrededor de dos minutos, exige respuestas rápidas, claras y precisas. Cualquier falta de claridad o inconsistencia puede reducir significativamente las probabilidades de obtener la visa.
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En este sentido, una correcta y detallada preparación del formulario DS-160 es esencial, ya que cualquier error o información incompleta podría perjudicar la solicitud.
Hanson destaca que, aunque son varios los factores que influyen en la decisión del oficial consular, uno de los errores más graves que un solicitante puede cometer es no ser honesto durante la entrevista. La falta de sinceridad, combinada con un formulario mal completado, puede casi asegurar un rechazo.
Sin embargo, lo que realmente puede condenar una solicitud, según el ex cónsul, es responder "ir a los Estados Unidos" cuando se le pregunta sobre el propósito de su viaje.
Convencer al oficial
Esta respuesta, que puede parecer trivial, transmite la impresión de que el solicitante no tiene un motivo claro y legítimo para su visita, lo que genera dudas sobre su intención de regresar a su país de origen.
El solicitante debe ser capaz de convencer al oficial consular de que cumple con los requisitos para obtener la visa. Respuestas vagas como "ir a los Estados Unidos" o imprecisas, como simplemente decir "trabajo" cuando se pregunta sobre su ocupación, pueden ser extremadamente perjudiciales.
Hanson subraya la importancia de demostrar fuertes lazos con el país de origen, como un empleo estable, propiedad de bienes inmuebles o lazos familiares sólidos.
Además, el historial de viajes y la duración de la visita propuesta también juegan un papel crucial. Un historial de viajes cumplido y una solicitud de estancia realista y acorde al motivo del viaje pueden mejorar las probabilidades de obtener la visa.
Finalmente, Hanson concluye que la preparación y la honestidad son clave. Un solicitante debe estar bien preparado para la entrevista, con respuestas claras que reflejen un motivo legítimo para el viaje, y sobre todo, evitar respuestas como "ir a los Estados Unidos", que podría ser la peor de todas.