María de Jesús Mundo es una abuelita de 78 años de edad que, según su relato, vive en la central de autobuses de Puebla desde hace dos años y medio. ¿El motivo?, la mujer está esperando que su hija regrese por ella.
El caso, ya viralizado en redes sociales con fotografías y videos, así como entrevistas en distintas televisoras nacionales, ha causo enojo en la ciudadanía por la ingratitud de la familia de doña María de Jesús, quien ha sobrevivido en el lugar gracias al apoyo de la gente.
La abuelita de 78 años no tiene casa; literalmente vive en una banca de la central de autobuses de Puebla, mejor conocida como CAPU.
A veces sale de la central y pide limosna para comprar sus pañales y juntar dinero para su refresco y un pan, su única comida diaria. Cuando requiere asearse, va a hoteles cercanos a la central para lavarse.
María de Jesús fue desalojada de la casa en la que vivía; tiene tres hijos, Víctor, Guadalupe y Alma y a todos los ha buscado. Víctor se fue a Estados Unidos mientras que otra de sus hijas habría ido a buscarla a Puebla, pero no sabe nada de ella ni de la otra.
"Durante un tiempo estuve en un albergue cerca de la clínica del IMSS, pero me cobraban 45 pesos al día y me quedé sin dinero, siempre estaba cerca con una de mis hijas, ya no he podido hablar con ella, pero mi corazón de madre me dice que ella está todavía con vida", comentó a El Sol de Puebla.
Decidió instalarse en la central de autobuses porque cree que será más fácil que sus hijos la encuentren ahí.
Sé que huelo mal, que la gente me ve con malos ojos, pero no es mi culpa. Algunos me dicen 'la reina del cartón' porque donde me siento llevo un trozo para no manchar cuando me ganan las ganas de ir al baño.
La abuelita ya está desesperada y desea estar en su casa y prometió que, de hacerlo pronto, se pondrá a trabajar.