Ismael "El Mayo" Zambada, uno de los capos más notorios del narcotráfico, ha logrado evadir a la justicia durante décadas. Sin embargo, su estatus de "intocable" no ha sido suficiente para protegerlo de los estragos del tiempo y la enfermedad.
Según un reciente informe de la DEA, la salud de Zambada ha decaído significativamente. El informe de Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas revela que "Ismael Zambada García se encuentra enfermo, por lo que el liderazgo de su facción está en juego".
El 'Mayo Zambada', anciano y enfermo
Esta noticia marca un posible punto de inflexión en el liderazgo del Cártel de Sinaloa, una organización que Zambada ha liderado desde la detención de Miguel Ángel Félix Gallardo en 1989.
'El Mayo', nacido en Sinaloa, inició su carrera en el narcotráfico a los 16 años. Durante los años 80, se convirtió en una figura prominente en el narcotráfico mexicano, y su influencia se consolidó en los 90 cuando el Cártel de Sinaloa se organizó como una federación de carteles.
Este conglomerado incluyó a familias de renombre como la de Joaquín "El Chapo" Guzmán y Juan José Esparragoza Moreno, alias "El Azul".
La figura de Zambada ha sido una constante en los expedientes de inteligencia de Estados Unidos por más de 40 años. A pesar de los múltiples intentos por capturarlo, Zambada ha permanecido fuera del alcance de las autoridades.
Incertidumbre en el Cártel de Sinaloa
Sin embargo, debido al reciente deterioro de su salud, la DEA pensaba que podría cambiar esta dinámica, generando incertidumbre sobre el futuro del Cártel de Sinaloa.
El interés de Estados Unidos en capturar a Zambada se intensificó hasta lograr su arresto la tarde de este 25 de julio, especialmente tras acusaciones recientes de su implicación en el tráfico de fentanilo.
El gobierno estadounidense tenía vigente una recompensa de 15 millones de dólares por información que lleve a su captura, convirtiéndolo en uno de los objetivos más buscados en la lucha contra el narcotráfico.
Aunque el capo ha escapado de la justicia durante años, además de enfrentar una batalla personal contra la enfermedad y la vejez, ya está detenido, lo que podría tener profundas implicaciones para el futuro del Cártel de Sinaloa y la guerra contra las drogas.