Abrir la primera cuenta bancaria es un paso necesario hacia la independencia financiera, especialmente para los jóvenes que desean dejar de guardar su dinero en casa.
Este proceso implica comprender conceptos fundamentales como comisiones e intereses, que son esenciales para mantener una buena salud financiera.
Tu primera cuenta bancaria
El sector financiero ofrece una amplia variedad de cuentas bancarias, que suelen incluir beneficios como la ausencia de comisiones, devolución de algunos recibos, regalos, y acceso a productos bancarios diseñados específicamente para los primerizos.
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Hay bancos que ha adaptado su ‘app’ para menores de 14 a 17 años, permitiéndoles realizar consultas de saldo, recargar el móvil o extraer efectivo sin tarjeta, Estas innovaciones facilitan así su gestión financiera desde una edad temprana.
Los tipos de cuentas bancarias disponibles varían según las necesidades. Las cuentas corrientes son ideales para gestionar ingresos y pagos diarios, mientras que las cuentas de ahorro están destinadas a acumular fondos para imprevistos o proyectos importantes.
Existen también cuentas específicas como las creadas para estudiantes universitarios y hasta cuentas infantiles, cada una con características y beneficios particulares.
En cuanto a comisiones, las cuentas generalmente no cobran por administración, mantenimiento, transferencias o tarjetas de débito.
No obstante, pueden surgir cargos inevitables, como por retirar dinero de cajeros automáticos ajenos a la entidad o por dejar un descubierto en la cuenta. Es crucial leer la letra pequeña y estar atento a posibles cambios en la política de comisiones con el tiempo.
Elige la más adaptable a tus necesidades
Muchas de estas cuentas ofrecen descuentos en facturas, devoluciones en gastos de móvil, carburante o internet, y ventajas en actividades de ocio y préstamos. Comparar las ofertas y elegir la que mejor se adapte a las necesidades personales es vital para maximizar el ahorro.
Además, es importante entender que el dinero en el banco genera intereses. Antes de elegir una entidad, se debe revisar la tasa de interés ofrecida, ya que puede influir significativamente en el crecimiento del saldo a largo plazo.
Finalmente, la banca online y las aplicaciones móviles facilitan enormemente la gestión del dinero. Herramientas como la ‘app’ de BBVA permiten a los jóvenes controlar sus finanzas de manera sencilla y efectiva, proporcionando un control proactivo sobre sus gastos diarios y a largo plazo.
Abrir y mantener una cuenta bancaria es una habilidad fundamental para el futuro, y cuanto antes se adquiera, mejor preparados estarán los jóvenes para una vida financiera independiente.