Para muchos ciudadanos en Nuevo Laredo y el resto de México, adquirir un electrodoméstico de emergencia cuando se descompone uno en casa, la primera opción es comprar a pagos “chiquitos”. Pero aquí es cuando lo “barato sale caro”, pues en tiendas como Elektra, Salinas y Rocha, Coppel, etcétera, pagar de contado y en abonos, es una diferencia de casi el doble de precio que termina por esclavizar al cliente por años.
Electrodomésticos
En casa, la descompostura de un refrigerador, aire acondicionado o lavadora, suelen implicar una cara emergencia, que orilla a muchos ciudadanos sin la posibilidad de desembolsar cinco cifras en una sola exhibición, a optar por esos pagos “chiquitos” y “congelados” que al final se convierten en una carga por años y un sobrecosto excesivo del producto.
“Se aprovechan de nosotros que no tenemos la posibilidad de pagar de contado, son empresas que se hacen ricos con los pobres, prácticamente, porque no tiene uno el dinero para comprar el refri de contado, y sólo nos queda comprar en pagos, pero ya en suma casi lo vamos a pagar dos veces con los abonos”, manifestó Claudia Jiménez.
Consideró un refrigerador marca LG de 20 pies, pero de contado costaba 17 mil 999 pesos que no tenía a la mano, la otra opción era dar un pago inicial de 3 mil 600 pesos y pagar 197 pesos durante 154 semanas, es decir, dos años y 10 meses, que equivalen a 30 mil 338 pesos, que junto con el enganche suman más de 33 mil 938 pesos, es decir, que terminaría por pagar 88.5 por ciento más que el valor inicial.
Lo barato sale caro
“Se me perdió el celular y la verdad es que hoy en día lo necesita uno para todo, y aunque hay de todos los precios, tienes que desembolsar al menos unos 3 mil pesos por el más baratito, pero si no los tienes y das paguitos, terminas pagando mucho más”, expresó Jennifer Gutiérrez.
Para salir al paso, optó por un celular Xiaomi Redmi 13C de 128GB de memoria, que Elektra le ofrecía por 2 mil 999 pesos si lo compraba de contado, pero no estaba en condiciones de pagarlo, así que optó por dar un enganche del 10 por ciento, es decir, 299 pesos, y 72 pagos semanales (aún en curso) de 54 pesos, que le terminará costando 3 mil 888 pesos, que sumados dan un total de 4 mil 187, es decir, 39 por ciento más.
Comprar un celular de gama media en Elektra, como un iphone 12 de 128GB (modelo de hace cuatro años), cuesta 11 mil 499 pesos de contado, pero si uno da pagos de 125 pesos durante 154 semanas (dos años y 10 meses), termina por pagar más de 19 mil 250 pesos, pero antes de esto, un enganche del 20 por ciento que equivale a 2 mil 299 pesos, es decir, 21 mil 549 pesos que equivalen a más del 87 por ciento de su valor si se pagara en una sola exhibición; esto a pesar de que está en “oferta”.
La cobranza es una parte esencial del calvario de muchos de los clientes que por alguna situación se retrasan en los pagos, se atienen a afectaciones como gastos de cobranza adicionales, con modalidades que la mayoría suele describir como “hostigamiento”, pues si bien admiten ser deudores que están sujetos a un compromiso, la mayoría considera que las formas e insistencia tanto de manera presencial a través de cobradores o vía telefónica, son incluso “hostiles”.