La invención del microondas y su implementación en la cocina doméstica supuso una auténtica revolución, y a pesar de haber transcurrido casi 70 años desde su creación, todavía existen malentendidos sobre cómo utilizar este electrodoméstico de forma segura y eficiente.
Actualmente, algunos usuarios todavía cometen errores al utilizarlo y calentar alimentos que lo mejor es calentar de manera tradicional.
El uso inapropiado del microondas puede representar un riesgo, ya que ciertos alimentos y recipientes pueden ocasionar accidentes o incluso dañar la salud.
¿Por qué no debes calentar agua o leche en el microondas?
De acuerdo con los expertos, al calentar la leche en el microondas, se ha observado que puede perder hasta la mitad de sus nutrientes, y se estima que se reduce en un 40% su contenido de vitamina B12.
Por otro lado, en el caso del agua, es posible que ocurra un fenómeno llamado “sobrecalentamiento”, en el cual el agua puede calentarse por encima de su punto de ebullición sin llegar a hervir. Este fenómeno puede hacer que el agua parezca estar más fría de lo que realmente está, lo que aumenta el riesgo de quemaduras al manipularla.
Calentar estos alimentos en el microondas puede ser mala idea por otras razones que a continuación enlistamos.
- Daño al envase: algunos empaques comerciales pueden no ser seguros para utilizar en el microondas, sobre todos los que contienen plástico o partes metálicas o reflejante.
- Distribución irregular del calor: En algunos casos, el microondas puede calentar los líquidos de manera desigual, lo que puede resultar en puntos calientes que aumentan el riesgo de quemaduras.
¿Qué otros alimentos no se deberían calentar en el microondas?
Cuando los huevos duros se calientan, es posible que se formen pequeñas bolsas de líquido dentro de la yema, las cuales pueden sobrecalentarse y eventualmente explotar.
Calentar mantequilla y margarina en el microondas puede hacer que estas pierdan su valor proteico y se calienten de manera irregular.
Muchas de las frutas y verduras pueden llegar a perder nutrientes si se calientan en el microondas; mientras más elevada sea la temperatura, mayor es el riesgo de que esto suceda.