El Servicio de Administración Tributaria, mejor conocido simplemente como SAT, tiene la facultad de retener tus ingresos; estas son dos razones por las que puede congelar los depósitos que hagas en el banco. También te puede interesar: así puedes obtener tu RFC en tan sólo 5 minutos.
El SAT, probablemente, sea el organismo oficial que más estrés puede generar e incluso pavor. Para estar en paz con él, es necesario estar al corriente con los pagos de los impuestos, pues si no se hace, buscará el modo de finiquitar la deuda. Existen dos principales motivos por los que el SAT puede congelar tus depósitos bancarios, independientemente del origen. Estas son las justificaciones:
- Si tienes adeudos fiscales que fueron aplazados sin ninguna justificación previamente autorizada por el SAT.
- Si tienes adeudos fiscales que hayas considerado ‘injustificables’ y trataste de ganar la defensa para evitar el pago, pero el fallo es a favor del SAT.
En caso de estar en alguno de estos contextos, el SAT tiene la obligación de comunicarse con el banco en que estés inscrito y solicitar el congelamiento del dinero. Los recursos no se van a perder, pero no podrán ser utilizados.
Pese a poder colaborar directamente con los bancos, el SAT no realizará el cobro de manera automática, tan sólo evitará que se mueva el dinero que tienes en tu cuenta. Al realizar este movimiento, te invitará a pagar el adeudo fiscal.
En caso de no tener cómo finiquitar la deuda, el SAT aprueba otro tipo de vialidades como el pago a través de un crédito, hipotecar, negociar el adeudo con un tercero, embargo o poner una propiedad valiosa como ofrenda.
El SAT también tiene como obligación el dar avisos oportunos a los contribuyentes, por lo que es pertinente que revises con cierta frecuencia el Buzón Tributario. Asimismo, la invitación es a tener los canales de comunicación actualizados, tanto el correo electrónico como un número telefónico.