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'¡Así empezó Macario!': joven celebra su aguinaldo comprando pollo asado y se vuelve viral

Una joven de Hermosillo, Sonora, aprovechó su aguinaldo para comprar un pollo asado y medio kilo de pasta fría, lo que desató risas en redes sociales

Escrito en NACIONAL el

La temporada navideña en México no solo se llena de luces, posadas y villancicos, sino también del tan esperado aguinaldo, ese ingreso extra que permite darnos algunos 'lujitos'.

Este año, una mujer de Hermosillo, Sonora, decidió que no había mejor manera de aprovechar su aguinaldo que invertirlo en un festín memorable: un jugoso pollo asado acompañado de medio kilo de pasta fría.

Su elección rápidamente se viralizó en redes sociales, y no tardaron en aparecer divertidas reacciones de usuarios que, entre risas, compararon la escena con la trama de la clásica película mexicana Macario.

La joven, visiblemente emocionada, comenzó su relato: 'Plebes, hoy me pagaron el aguinaldo y adivinen qué fue lo primero que me fui a comprar. Un pollo asado y dejen ustedes, yo siempre quiero comprarme la sopa fría, pero no me alcanza'. Con gran entusiasmo, mostró su bolsa de plástico y destacó que su felicidad era aún mayor porque no solo había comprado la sopa fría, sino medio kilo de la misma. 

Las redes sociales no tardaron en reaccionar, muchos divertidos por su emoción, mientras que otros comparaban la situación con la famosa película Macario (1960).

Algunos comentarios divertidos fueron: 'Así empezó Macario' o 'Eso preciosa, alócate'. Incluso hubo quienes recordaron la frase materna 'tu avaricia como Macario'.

Pero ¿qué tiene que ver el pollo asado con Macario? En la película, Macario es un leñador que vive en la pobreza y desea con todo su ser comer un pollo entero, solo para él. A lo largo de la historia, se enfrenta a entidades como el diablo, Dios y la muerte, quienes le ofrecen diversas recompensas a cambio de compartir su pollo.

Sin embargo, Macario decide compartirlo con la muerte, lo que le concede un poder curativo. La trama, cargada de simbolismo, dejó una profunda reflexión sobre la generosidad y la avaricia.

La comparación surge debido a la simpleza del deseo por disfrutar de un buen pollo, algo que, al igual que Macario, parece inalcanzable para muchos, pero que, en esta ocasión, fue posible gracias al aguinaldo navideño.