Se espera un invierno inusualmente frío y seco en Nuevo León, con precipitaciones hasta un 55% por debajo del promedio histórico, informó María del Rayo, meteoróloga de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Desde noviembre, las lluvias estarán 30% por debajo de la media, en diciembre caerán un 55%, y en enero se prevé un déficit del 37%. Este clima extremo es producto de La Niña, un fenómeno que enfría anómalamente el océano Pacífico, trayendo veranos con inundaciones y, en contraste, inviernos secos y con heladas.
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La Niña tiene un 60% de probabilidades de desarrollarse este mes, según el Servicio Meteorológico Nacional, lo que incrementaría las heladas y la escasez de lluvias. La temporada de frentes fríos, que inició en septiembre con un estimado de 48 sistemas, ya registra el paso de siete de ellos por el norte de México, contribuyendo a las bajas temperaturas.
Estas condiciones también podrían generar nevadas moderadas, y se pronostican temperaturas de entre -5 y -20 °C.
Para hacer frente al clima, Protección Civil estatal y municipal planean distribuir bebidas calientes y habilitar albergues.
Según el DIF de Nuevo León, hay 145 albergues en la entidad, con capacidad para refugiar a 20,429 personas en caso de condiciones extremas.
Aunque la tormenta Alberto alivió temporalmente la sequía en julio, expertos advierten que esta mejora podría durar poco, como sucedió tras las tormentas Hanna y Álex, que apenas extendieron la recuperación por unos pocos meses.