La detención de dos mujeres como presuntas responsables del robo de un bebé de tres meses ha sido noticia no sólo en el municipio de Escobedo, sino en todo Nuevo León. Pero los detalles de este robo se han dado a conocer dejando ver que el hurto del menor fue planeado meses atrás.
De acuerdo con las autoridades, las ladronas se pusieron en contacto con la madre Esmeralda Alemán, joven de 26 años, desde meses antes para poder ganarse su confianza.
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Todo fue planeado
Karla Judith, de 37 años, y Yetzari Paulina, de 19 años, madre e hija, se pusieron en contacto con Esmeralda desde que ella estaba embarazada, comenzaron a construir lazos de amistad para ganarse su confianza y le entregaron apoyos económicos y materiales para el cuidado de Juan Carlos una vez que este naciera.
De acuerdo con el relato de la hermana de Esmeralda, Azucena, el primer contacto de las mujeres con su hermana se dio en un mercado rodante cuando ellas se ofrecieron a regalarle un bote le leche para que la futura madre pudiera utilizarlo cuando su hijo naciera.
Pasaron los días y Juan Carlos nació por lo que el plan de robárselo estaba a punto de ocurrir. Fue el 31 de octubre cuando las dos mujeres citaron a Esmeralda a las afueras de una tienda de conveniencia, ahí le darían ropa y otros objetos para bebé.
Las delincuentes aprovecharon un descuido de la joven madre, pues mientras ella entraba a una tienda, las ladrones se llevaron al bebé en su carreola, cuando Esmeralda salió ya no las encontró.
“Parece que hace poquito una de ellas le había dicho ‘préstanoslo para darle una vuelta’… pero ella les entregó al bebé para que lo sostuvieran mientras ella iba por el paquete”, dijo Azucena entre lágrimas.
De acuerdo con distintos medios de comunicación, la mujer de 37 años fingía estar embarazada para poder entablar un lazo más cercano con Esmeralda. También se detalló que no era la primera vez que buscaban apoderarse de un bebé pues en otra ocasión buscaron cometer el mismo robo pero no tuvieron resultado positivo.
Su búsqueda
Tras la desaparición de Juan Carlos, las autoridades de Nuevo León activaron una Alerta Amber y comenzaron la difusión de sus datos en medios y redes sociales.
Las autoridades ofrecieron una recompensa de 500 mil pesos para cualquier persona que pudiera proporcionar información clave que diera con el paradero del infante y sus captoras, las fotografías de las sospechosas, captadas en cámaras de seguridad cerca del lugar del secuestro, fueron compartidas en redes sociales, lo que permitió que varias personas identificaran a las mujeres y reportaran detalles sobre sus movimientos.
El 2 de noviembre la Fiscalía de Nuevo León confirmó la detención de dos mujeres en relación con el secuestro, su captura fue el resultado de un operativo en la colonia La Alianza, donde la policía municipal y estatal trabajaron en conjunto y apoyados con drones y unidades de binomios caninos se logró detenerlas junto con un hombre que las acompañaba.
Las autoridades localizaron a Juan Carlos en un terreno baldío sobre el Camino a las Pedreras, en la colonia Palmiras. El menor fue encontrado en buenas condiciones de salud, aunque fue trasladado a un hospital para recibir atención y asegurarse de su bienestar.
Su reencuentro
Las autoridades de ese municipio y la Fiscalía reunieron a Juan Carlos con sus padres, Esmeralda lo abrazó y ya no se volvió a separar de él.
La directora de Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), María de los Ángeles, acudió al domicilio de Esmeralda para entregarles artículos para los bebés, así como cobertores y despensas.
Nohemí González, directora de Prevención Social y personal de la Unidad de Atención a Víctimas (Unavi) hicieron lo propio, y llegaron a la casa de la familia para recabar información referente a las necesidades que padecían.
El personal del departamento de psicología del DIF realizó sus respectivos trabajos en beneficio de los padres de familia, cuyo dictamen fue que se encontraban estables.