El Senado aprobó por unanimidad la reforma constitucional por medio de la cual, el Estado mexicano retoma el derecho de utilizar las líneas férreas para prestar el servicio de transporte de pasajeros y otorga a los ferrocarriles, tanto para el traslado de personas como de carga, la categoría de prioritarios para el desarrollo nacional.
En un debate que se alargó de manera innecesaria, dado que ninguna fracción parlamentaria estuvo en contra de la propuesta, la oposición dejó en claro que su apoyo no implica otorgar un cheque en blanco y anunció que exigirá cuentas claras sobre el uso de los recursos públicos y no permitirá proyectos faraónicos ecocidas u opacos.
Por su lado, Morena y sus partidos aliados recordaron que fue en el gobierno de Ernesto Zedillo cuando se privatizo el servicio ferroviario y se perdió el transporte de pasajeros.
Ampliar el uso de las vías férreas a ese transporte no sólo responde a una necesidad de movilidad más eficiente y sostenible, sino que es una política de Estado que beneficia a todos los mexicanos, enfatizó.
El dictamen a la minuta enviada por la Cámara de Diputados, fue aprobada por 123 votos de todas las fracciones parlamentarias. El documento fue remitido a las legislaturas estatales de inmediato y por todos los medios posibles, incluidos los electrónicos, para su análisis y votación.
La reforma modifica el artículo 28 constitucional, para modernizar el marco legal sobre la utilización de las vías ferroviarias.
De manera concreta, establece que el Estado mexicano retoma el derecho de utilizar las líneas férreas para prestar el servicio de transporte de pasajeros.