En un mundo donde la electricidad y los electrodomésticos son esenciales en la vida diaria, millones de familias en todo el mundo se ven privadas de la posibilidad de contar con un refrigerador.
Este dispositivo, considerado uno de los electrodomésticos más caros, junto con la necesidad de acceso a la electricidad, se vuelve inalcanzable para aquellos que luchan contra la pobreza.
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Refrigerador de barro
Sin embargo, una solución prometedora ha surgido en forma de una tecnología aparentemente simple pero altamente efectiva: el refrigerador de barro.
Este ingenioso dispositivo, basado en un material comúnmente utilizado en los filtros de agua, ofrece una alternativa accesible y respetuosa con el medio ambiente para quienes no pueden costearse un refrigerador convencional o no tienen acceso a la red eléctrica.
Uno de los representantes más notables de esta revolucionaria tecnología es el "Ecoplanet", un frigorífico de barro y arena que presume de ser 100% ecológico y capaz de mantener temperaturas de hasta -8ºC sin necesidad de electricidad.
Este refrigerador funciona mediante un ingenioso diseño compuesto por dos recipientes de arcilla separados por una capa gruesa de arena y tierra.
Así funciona
Colocado a la sombra, el proceso de enfriamiento se desencadena cuando el agua de la arena se evapora, disminuyendo efectivamente la temperatura del interior del dispositivo.
Este enfoque sencillo pero efectivo garantiza que los alimentos se conserven durante períodos prolongados, ofreciendo una solución práctica para aquellas comunidades que carecen de acceso a la electricidad.
Desde 2015, los productos de Depresa se han comercializado y han sido incluidos en acciones de desarrollo social público. Este paso no solo ha permitido mejorar la calidad de vida de las familias necesitadas o que residen en zonas rurales, sino que también ha destacado la importancia de soluciones sostenibles y accesibles.
Modelos en otros países
Un ejemplo notable de esta innovación se encuentra en la India, donde el artesano Mansukhbai Prajapati enfrentó dificultades financieras y creó su propia versión de un refrigerador sin electricidad, llamado "MittiCool".
Este dispositivo, elaborado con cuatro tipos diferentes de esta arcilla, utiliza una cámara de agua para mantener los alimentos frescos durante tres días. Cuando el agua se evapora, fluye por los lados de las paredes de cerámica, manteniendo los comestibles frescos y proporcionando incluso agua potable a través de un grifo incorporado.
Este tipo de soluciones ingeniosas no solo demuestran la creatividad humana, sino que también ofrecen una perspectiva esperanzadora para abordar los desafíos que enfrentan las comunidades marginadas en todo el mundo.
La combinación de materiales simples, ingenio y un enfoque ecológico presenta una alternativa viable y sostenible en la búsqueda de mejorar la vida de aquellos que enfrentan limitaciones económicas y de acceso a recursos básicos. Estos refrigeradores de arcilla no solo representan una forma de conservar alimentos, sino también un paso hacia un futuro más sostenible y equitativo para todos.