Tras un ataque con drones en la sierra de Heliodoro Castillo, en Guerrero, dejó una persona sin vida y a la expectativa el inicio de clases este lunes, puesto la crisis de seguridad es alarmante en el estado.
Algunos pobladores de Nuevo Caracol, que se contactaron con el Centro de Derechos Humanos Minerva Bello, alertaron que, mediante drones, les lanzaron bombas de fabricación artesanal, también llamadas “hechizas”, desde el sábado a mediodía hasta las 8:00 de la noche en la hora local.
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El ataque se reanudó por la mañana del día de hoy, por lo que el Centro de Derechos de las Víctimas de Violencia de Minerva Bello, pidieron en más de una ocasión a las autoridades estatales y federales intervenir por la población.
El sacerdote Filiberto Velázquez Florencio, también director del centro antes mencionado, indicó que los pobladores están refugiados en viviendas que no llegan a cubrirlos bien, ya que los techos son de lámina.
“Los pobladores están refugiados en los pocos cuartos de material, que hay construidos”, explicó el párroco
Corporaciones de seguridad se dieron cita con la población para ofrecer mayor seguridad el 26 de mayo, pero semanas después, el 15 de agosto, se registró un nuevo ataque con bombas molotov.
Tras la agresión suscitada este sábado, la cual dejo un cable de alta tensión caído y daños materiales en las casas, la población continua sin servicio de salud y de educación.
Puesto que debido a estos ataques los maestros se niegan desplazarse a la zona por el tema de la inseguridad, por lo que el inicio de clases corre riesgo de ser suspendido.
Nuevo Caracol se ve azolado por la lucha, entre los grupos criminales de Los Tlacos y La Familia Michoacana.