Dicen que el mejor amigo del hombre es el perro, y eso siempre lo demuestran los lomitos cuando sus dueños los abandonan, se enferman, dejan de verlos o mueren. Así como ocurrió en Japón con Hachiko, el perro que esperó 9 años a su amo en la estación del tren, pero nunca llegó porque ya había fallecido, en Saltillo se dio un caso parecido.
Fue en el panteón Los Pinos, en la capital del estado de Coahuila, en donde fue captado un perrito blanco, de tamaño mediano, recostado a un lado de la tumba de su dueño.
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La imagen se hizo viral. Y cómo no, si la historia de amor y lealtad de este animalito vuelve a repetirse para demostrarnos que la atención y el cariño que le demos a nuestros perros se va a reflejar hasta la muerte.
Si alguien sabe de eso, son los lomitos.
Guardias lo cuidan y lo alimentan
Los guardias del panteón Los Jardines han dicho que el perro permanece a lado de la tumba día y noche, esperando por su dueño. Aunque lo alimentan y le dan agua, el perrito parece que sigue esperando el momento en que pueda reencontrarse con su dueño, quien yace en la tumba desde hace tiempo.
En otros lugares del mundo se han dado a conocer muchos momentos de este tipo. El de "Hachiko" es solamente un ejemplo, pero está el de "Capitán", en Argentina, perrito que vivió 10 años a un lado de la tumba de su amo; o el caso de “Zozo”, un perro kangal turco que visita a diario la tumba de su dueño ya fallecido.
Así que si quieres probar el amor incondicional, un perro puede ser una gran opción. ¿Te quedaron dudas?