El presidente Andrés Manuel López Obrador acusó ayer a ciertos medios de comunicación y encuestadoras de propagar información falsa y manipulada con la intención de favorecer a candidatos conservadores, una estrategia que, señala, ya se utilizó en las elecciones pasadas. Insistió en que la ciudadanía debe protegerse de campañas falsas y ser cautelosos con los medios y los periodistas que “no tienen ética, que no son honestos”.
En su conferencia matutina, el presidente Obrador señaló que las prácticas de ciertos medios y periodistas eran “hipócritas y falsas”, alegando que proporcionaban intencionalmente una cobertura positiva inexacta a ciertos candidatos para influir en la opinión pública.
“Imagínense lo que significa más de 100 días informando que Peña Nieto iba por las nubes, lo que implica de propaganda, de manipulación”, dijo Obrador, refiriéndose a la cobertura mediática en la campaña del expresidente Enrique Peña Nieto. “¿Y ustedes creen que no sabían lo que estaban haciendo? Claro que sí, fue una estrategia perversa para beneficiar a un candidato y a un partido”.
Añadió que era crucial que los jóvenes, que pueden no recordar las tácticas de manipulación de las elecciones pasadas, estén al tanto de estos métodos de desinformación que siguen utilizándose actualmente.
ENCUESTAS QUIEREN FAVORECER A XÓCHITL
Durante la conferencia, la asistente del Presidente, Ana Elizabeth García Vilchis, presentó información detallada sobre lo que consideró una estrategia de desinformación y manipulación. Habló sobre una encuesta reciente difundida por la consultora México Elige, que mostraba a una candidata -a la que se refirió como “la señora X” - con un aumento significativo en la popularidad.
Se descubrió que uno de los propietarios de México Elige, Aldo Hiram Campuzano Rivera, se había unido recientemente como publicista de “la señora X”. García Vilchis también mencionó que la empresa había estado involucrada en campañas de “guerra sucia” y de noticias falsas en el pasado.
Obrador finalizó su discurso aseverando que estas tácticas de manipulación eran un daño a la vida pública y al proceso democrático. “Tenemos que ir purificando la vida pública, eso sí, garantizando las libertades plenas, sin violencia, pero llamándole al pan, pan; y al vino, vino. Nada de medias tintas, nada de hipocresía, y ahí nos vamos”, afirmó.