Es bien sabido que en temporada de calor un hogar o negocio promedio gasta más electricidad de lo normal. Y entre más intenso el calor, más uso de luz y más costoso el recibo de CFE.
Con la canícula a la vuelta de la esquina y sus temperaturas superiores a los 40 grados Celsius o 100 Fahrenheit, te vamos a dar dos trucos para que no pongas tu aire acondicionado, minisplit y/o abanicos al máximo.
Se trata de algo muy sencillo, deberás usar un aislante térmico o un impermeabilizante altamente reflectivo, que no es lo mismo. Te platicamos las diferencias.
Por lo general, al hablar sobre impermeabilizar una casa, negocio o construcción, nos viene a la mente el aislamiento térmico, pues se suele confundir al impermeabilizante con un aislante, al desempeñar funciones similares.
¿Cómo los puedes diferenciar? A continuación te presentamos sus características.
Aislantes térmicos
- Se usan sobre todo para techos y fachadas, pues son perfectos para reducir la temperatura en interiores, lo que ayuda a que se gaste menos electricidad en el lugar.
- Las principales ventajas de los aislantes térmicos son las siguientes:
- Permiten ahorrar electricidad
- Disminuye la cantidad de enfermedades de sus habitantes o trabajadores por los cambios bruscos de temperatura
- Se siente más fresco al interior
- En frío el interior es más cálido, mientras que en calor es más templado
Impermeabilizante altamente reflectivo
Por su parte, los impermeabilizantes altamente reflectivos son lo mejor de su especie y son más efectivos contra las lluvias, pero en tiempo de frío no se siente más cálido al interior, al menos no como con un aislante.
- Entre sus múltiples ventajas se encuentran las siguientes
- Enorme resistencia a los rayos UV
- Reduce la temperatura al interior de las casas o negocios durante el tiempo de calor
- Permite ahorrar luz
- Tiene gran resistencia a los cambios climáticos, es decir, no se agrietará tan fácilmente, en caso de ser aplicado correctamente.
Bien, ya que conoces la diferencias entre ambos productos, puedes elegir cuál de los dos usar, dependiendo del que más te convenga o se adapte a tu economía. Recuerda no verlo como un gasto, sino como una inversión que se verá reflejada directamente en tu recibo de luz.