AMOR A LOS ANIMALES

Familia tiene 34 perros en su casa; autoridad amenaza con sacrificarlos

“Chuky”, “Cabezón”, “Lupita”, “León”, “Chata”, “Güera”, “Tigresa”, “Toña”, “China”, “Chaparrita”, “Mechuda, “Yanis Yoplin” y “Negro”, entre otros, están en peligro; dueños piden que los adopten

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Mientras constantemente surgen casos de maltrato animal, también está la otra cara de la moneda, personas cuyo amor en este caso por los perros llega a un extremo de acumular más y más inquilinos caninos en su casa.

Don Fito y su familia, quienes residen en una vivienda de 300 metros cuadrados (20 x 15) en Temamatla, Estado de México, han tenido que adaptar su hogar y ahora sólo ocupan una cuarta parte del mismo, pues en el resto están repartidos sus 34 sabuesos.

La mayoría del terreno lo dejamos para los perros, lo hemos ido acondicionando, comprando tejas, láminas de asbesto, láminas de fierro, hecho sus casitas, apartarlos, separarlos también para que no peleen a veces

Aun así, los cuadrúpedos corren peligro, pues han amenazado a la familia en el sentido de que en cualquier momento pueden llevárselos para sacrificarlos.

En un principio, Fito, cuyo nombre es Ranulfo de la Cruz, únicamente tenía cinco perros, pero al encontrarse a otros abandonados o atropellados, se los llevaba para hacerles curaciones. Ejemplo de ello es la “Muñeca”, una perrita sin raza que miró Fito con su hija América.

Mi papá fue a la tienda, se acercó a verla y estaba atropellada, casi destripada su patita, ya se le estaba pudriendo, la llevamos al veterinario y se la salvaron

Tanto don Fito, su esposa Jessenia y su hija América, con lo que ganan como músicos, los alimentan, vacunan y compran sus medicamentos para quienes lo requieren, pues en su ciudad no hay albergue.

Además, para darles morada a sus 34 perros han adaptado su casa para que allí retocen sus canes, incluso, en bocinas que no funcionan, las han acondicionado para que allí se metan los más pequeños.

Esos bafles eran de mi grupo musical, los acondicioné, le quité las bocinas, ahora cuando viene la época de frío ya no pasan frío, tienen abajo sus cobijitas

Jessenia Cueto acepta que ni ella ni su familia son una asociación protectora de animales, pero su gran amor por ellos hace que se sacrifiquen al máximo.

Son de la calle; lo que hacemos es por humanidad hacia ellos, los que no tienen voz, los olvidados de este mundo, los animalitos, el gobierno en lugar de ayudar te pone la soga o te ponen el pie

Pero no todo es miel sobre hojuelas, pues sus vecinos se quejan del ruido constante que generan los lomitos, por sus ladridos y cuando se pelean, así como el mal olor a causa de sus desechos, por lo que las autoridades sanitarias locales han amenazado con llevárselos y matarlos, pues supuestamente sólo pueden contar con dos.

 Nos daban 15 días (hasta el 15 de junio) para que sacáramos a los perros, si no, las autoridades iban a llevárselos y los sacrificaban