A pesar de ser un martes 13, que cabalísticamente se considera de mala suerte, hoy es el día también de San Antonio de Padua, con quien los mexicanos (y gran parte de Latinoamérica) tenemos la costumbre de ponerlo de cabeza para encontrar el amor, pero ¿de dónde surge esta tradición?
De acuerdo con la fe católica, el santo es considerado doctor de la iglesia, patrono de los pobres y hacedor de milagros, alabado por muchas personas por esta última característica. De hecho, muchos solteros recurren al santo para poder encontrar pareja, poniendo alguna de sus figuras de cabeza, como señal de estar en búsqueda del amor verdadero.
¿De dónde sale el poner a San Antonio de cabeza?
Desde su canonización en el Vaticano, a San Antonio de Padua se le considera patrón de las causas difíciles y de los milagros del amor. Por estos motivos las mujeres y también los hombres, pueden rezarle para que se les haga el "milagrito" de tener pareja, pues en vida el santo apoyaba a las mujeres para que se casaran, consiguiéndoles una dote a las más pobres.
Cuenta la tradición que una mujer acudió a la tumba de San Antonio, a rezarle directamente para que intercediera a su favor y así pudiera casarse con un hombre justo y amoroso. Mientras ella oraba, vio al santo en el techo del templo volteando su cuerpo hacia abajo mientras le decía que fuera en su nombre con una persona que le daría el dinero para la dote.
La mujer le hizo caso y, en efecto, se le dio la dote para poderse casar con ese hombre a quien amaba con locura, comenzando una vida de amor juntos.
Desde entonces, se dice que cualquier persona que requiera la ayuda de San Antonio de Padua, debe poner su figura de cabeza para que el milagro ocurra. Contrario a lo que se puede pensar, este acto es desaconsejado por la iglesia católica, pues se considera una falta de respeto al santo, el cual solo debe ser venerado con rezos.