El magisterio en México es uno de los más sólidos en toda América Latina, así es que por iniciativa de Venustiano Carranza, desde 1918, se celebra a los maestros cada 15 de mayo.
La fecha ya se ha vuelto emblemática en el país azteca y aunque no llega a la talante de otras grandes celebraciones en el país, es una de las que más acapara la atención, junto al diez de mayo.
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Los maestros son piedra de toque del intelecto ya que intervienen en muchas personas, para bien o para mal, en sus sistemas de crianza y de ahí se determina gran parte de su éxito o fracaso futuro.
La celebración de este día incluye los clásicos regalitos a los profesores, las muestras de cariño de los padres y por supuesto, el día de descanso laboral para los maestros y por obviedad también para los estudiantes.
Se dice que la labor del docente no termina en las aulas y que se lleva dentro de las personas por el resto de sus vidas; tan es así que son interminables las muestras de cariño hacia los maestros que dejaron huella perdurable en las personas.
Venustiano Carranza, a la sazón, presidente de México en la etapa convulsa de la posrevolución mexicana cuando el país se enfrentaba a una decisión de que partido tomar; el de los carrancistas o el de los villistas y zapatistas.
Como es bien sabido, a la postre triunfó el bando de Venustiano Carranza acompañado por el General Felipe Ángeles que logró derrotar a las huestes de Villa y Zapata.
Así que las políticas que había pronunciado Venustiano Carranza se quedaron para la posteridad y una de ellas es la celebración del 15 de mayo como la fecha para festejar a los docentes del país.
Una de las razones que motivaría decididamente a que Venustiano Carranza eligiera esta fecha fue que el Papa Pío XII eligió también esta fecha para honrar a San Juan Bautista de la Salle como el Patrono Universal de los Educadores.