COLOSIO

Mario Aburto, el asesino de Colosio, podría quedar libre por esta razón

El 23 de marzo del año 1994 fue cuando Luis Donaldo Colosio Murrieta murió por los disparos, presuntamente, de Mario Aburto

Escrito en NACIONAL el

En el 2022 se abrió la carpeta de investigación nuevamente para esclarecer algunos datos que habían quedado inconclusos en la indagatoria oficial de la Fiscalía General de la República.

Aunque la teoría más aceptada en aquel entonces era que se había tratado de un complot orquestado desde los interiores el Partido Revolucionario Institucional de la mano del actual, en aquel momento, presidente de la república, Carlos Salinas de Gortari.

En aquel lamentable atentado en el que perdió la vida Luis Donaldo Colosio Murrieta hubo una gran confusión entre los disparos que arrebataron la vida al candidato a la presidencia y la detención del presunto culpable.

Solamente fueron unos segundos pero no hubo evidencias concluyentes en ese muy breve periodo de tiempo. Al primero que se atrapó respondía al nombre de Mario Aburto y desde ahí, fue considerado el autor intelectual y material; en otras palabras el llanero solitario.

Mientras Luis Donaldo Colosio Murrieta se debatía entre la vida y la muerte en el hospital, las autoridades que detuvieron a Mario Aburto lo trasladaron a un lugar sin identificar y únicamente algunas horas después aparecieron con él.

Pero, es aquí donde la investigación reabierta en el año 2022 da un giro, pues Mario Aburto es presentado con sangre en la camisa, heridas en la cabeza, muy golpeado y disminuido.

La tortura fue evidente. Este pequeño pero determinante detalle es lo que ha ocasionado que se asigne un amparo al presumiblemente asesino de Luis Donaldo Colosio Murrieta.

Ahora, habrá que esperar algunos meses más para conocer el destino de Mario Aburto; por un lado la liberación y posiblemente la absolución y, por otro lado, la ratificación del crimen y posterior calvario.

Aún quedan muchos pequeños detalles que no se han esclarecido del todo pero una cosa es cierta, la memoria no olvida y el corazón no perdona, sea quien sea el culpable, este magnicidio mexicano debe castigarse para sosiego de la conciencia nacional.