Este viernes, familiares y amigos despidieron a Angélica María, una madre de familia que trabajaba como albañil para mantener a sus hijos y quien fue asesinada por sus compañeros de trabajo.
La mujer, de 30 años de edad, fue localizada sin vida en el predio donde trabajaba, en el municipio de Chimalhuacán, Estado de México. Fue el pasado 18 de marzo cuando se le vio con vida por última vez en la colonia Escalerillas, donde trabajaba construyendo una casa, a unos 20 minutos de su vivienda.
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“Dieron las cinco de la tarde del sábado y nunca regresó entonces todos salimos en su búsqueda, todos nos repartimos y nos fuimos a buscarla, nos pasamos toda la noche buscándola, andábamos con los celulares, al otro día igual y nada”, recordó una de las tías de la mujer, quien prefirió guardar el anonimato por miedo a las represalias.
Lamentablemente Angélica María ya había fallecido, presuntamente asfixiada con una bolsa de plástico y sepultada en una fosa de unos 70 metros de profundidad boca abajo, tal como dieron a conocer peritos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.
De acuerdo con su esposo, Cristian, a su pareja la habrían intentado abusar sexualmente y, por resistirse, sus agresores el dieron muerte.
“La ahorcaron, la asfixiaron con una bolsa. Uno de los chalanes dio luz verde de que ellos fueron los que rascaron para poder enterrarla porque la quisieron abusar”, declaró Cristian.
Por los anteriores hechos, policías municipales lograron la detención de dos albañiles, compañeros de trabajo de Angélica, José “N” de 42 años de edad y otro más cuya identidad no se dio a conocer. Al día de hoy continúan las investigaciones.
“Le ofrecieron ese trabajo, el patrón vino y le dijo que le daba empleo y que le iba a pagar un poquito más y pues ella estaba ahorrando porque le tocaba dar sus mensualidades de un terrenito que está pagando porque quería progresar y darle un patrimonio mejor a sus hijos”, aseguró la tía entrevistada.
Despiden a la mujer
“Pollo”, como le decían de cariño sus allegados, tenía su propio negocio sobre la avenida Andrés Manuel López Obrador en la colonia La Joya de la misma localidad, ahí atendía todos los días; sin embargo, sus ganas de salir adelante la hicieron aceptar un trabajo de albañilería donde le pagarían 3 mil 500 pesos a la semana.
Ahora, con lágrimas en sus ojos, familiares de la mujer la despidieron este viernes, lamentando que en México el feminicidio sigue siendo un constante peligro para cualquier mujer que sale a las calles buscando ganarse la vida de cualquier manera.