Hace unos días el Congreso de la Ciudad de México aprobó una iniciativa de ley para licencia menstrual de hasta 3 días a personas menstruantes, considerando incapacitantes los dolores que se presentan en dicho periodo.
De acuerdo con la legislación, la mujer o persona en este proceso natural agravado, llamado dismenorrea, podrán solicitar un permiso con goce de sueldo de dos a tres días, tanto en el sector público como privado. A su vez, queda estrictamente prohibido despedir a una trabajadora o coaccionarla directa o indirectamente con dicho padecimiento.
¿Cómo funciona la licencia menstrual?
Para dicha incapacidad, se debe presentar un certificado médico que avale el diagnóstico por dismenorrea incapacitante. Este deberá ser expedido por un especialista en ginecología de alguna institución del Sistema Nacional de Salud, teniendo una vigencia de un año a partir de su expedición; al término de éste, se deberá realizar una nueva valoración para corroborar el estado de la mujer o persona menstruante.
Alicia Medina Hernández, diputada del partido morena, denunció los casos en las que las mujeres y personas menstruantes acuden a las escuelas o trabajos con estos dolores severos por miedo a ser despedidas u obtener alguna repercusión en sus entornos laborales y escolares.
“Es urgente dejar de normalizar el dolor de las personas que menstrúan, quienes se ven obligadas a realizar sus actividades cotidianas, aún con una condición física, que en ocasiones las incapacita para desarrollarse física e intelectualmente como en cualquier otro día”, subrayó Alicia Medina Hernández.
¿Qué es la dismenorrea?
Se trata de un trastorno menstrual en algunas mujeres, el cual provoca dolor en la parte inferior del abdomen, calambre, náusea, vómitos y diarrea por las fuertes contracciones del útero en los periodos menstruales. Dichos dolores son tan intensos que provocan incapacidad al no dejar moverse libremente a la persona en este proceso.
La dismenorrea afecta entre 45 a 95% de las mujeres en edad reproductiva. Igualmente, la reforma señala cómo alrededor del 30 a 50% de este sector faltan a la escuela o al trabajo al menos una vez por ciclo y aquellas que no lo hacen, “se ven afectadas en su concentración ante la presencia de dolor que les provoca un rendimiento y una productividad deficientes”.