Un fuerte percance se presentó sobre la Carretera 57, en Querétaro, donde la cabina de un tráiler quedó destrozada. El chofer resultó ileso, sólo con el terrible susto, pero al estar debajo de la unidad y ver la magnitud del choque rompió en llanto, por una asombrosa y milagrosa razón.
Los hechos se presentaron en esta vía entre San Gil y el Sauz en Pedro Escobedo, con dirección a la Ciudad de México. El operador de la unidad dormitó al volante, por lo que chocó contra la caja de otra unidad.
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El hombre, al bajar de la unidad tras el percance se soltó llorando, pues aseguró que su hija lo iba a acompañar, pero al final, el destino no quiso que la menor viajara con él. De haber viajado en el tráiler con su padre, la hija seguramente habría fallecido, pues el golpe fue de lleno en el lado del copiloto y hubiera quedado aplastada.
Debido al brutal impacto, el diésel quedó regado en la carretera, mientras la cabina quedó destruida y fue un verdadero milagro que no sufriera lesiones, pero lo que más le impactó es que por alguna razón su hija no estaba con él como ella quería.
El conductor comentó que no hay espacios dignos para detenerse en algún lugar, además que las empresas transportistas los obligan a que manejen por muchas horas sin poder descansar.
Hasta ese lugar llegaron elementos de la Guardia Nacional para abanderar la vialidad y darle fluidez a la Carretera 57 en dirección a la Ciudad de México. Se informó que el camión llevaba manzanas a la Central de Abastos de la capital del país procedente de Chihuahua.
Un operador de tráiler estuvo a punto de vivir una desgracia, pues se estrelló contra una caja. Al bajar de la unidad rompió en llanto por una sombrosa razón.