El drama llamado por algunos “noveleón”, al parecer ya tuvo su punto final con la renuncia, este lunes, de Luis Enrique Orozco, nombrado hace unos días como gobernador interino de Nuevo León, en sustitución el gobernador, entonces con licencia, de Samuel García.
Por un par de días, el vecino estado llego a contar con dos mandatarios, pues a primera hora del sábado 2 de diciembre entró en funciones Orozco; prácticamente a la misma hora, García metió reversa y declinó de su licencia que le permitía dejar su cargo y contender como precandidato a la presidencia de la República.
Para muchos, esta ha sido la peor crisis política en Nuevo León en las últimas décadas.
El Congreso de ese estado aceptó la renuncia de Orozco por unanimidad de votos. Orozco afirmó que no teme represalias, ni tampoco por investigaciones tras su dimisión.
No tengo nada que me puedan investigar y eso creo que me llevó a todo esto del Interinato, en absoluto tengo nada que me investiguen y por supuesto que me pueden investigar, estaré abierto a una investigación y siempre con la oportunidad y apertura que cualquier información que me requieran
Incluso manifestó su intención de reunirse con García para dialogar del tema.