Como un amor a primera torta, es así como se puede describir la atracción por uno de los platillos más tradicionales de Monterrey, las tortas de La Purísima.
Ya son más de cuatro décadas de que estas suculentas tortas deleitan los paladares de los regiomontanos, y continúan con su esencia de ser 100 por ciento callejeras.
También conocidas como “Las Aguacatas”, las tortas las componen el pan, de margarita suave, mucho aguacate, diversos tipos de carnes frías como jamón, queso de puerco, fiambre y mortadela; además de queso blanco, tomate, cebolla y una salsa verde picosa, o sí lo prefieres la puedes disfrutar con chiles serranos, incluso jalapeños.
Con tantos ingredientes, el pan apenas alcanza a cubrir los componentes, es una torta tan enorme que es imposible abarcar de una sola mordida, desde la tapa a la base. Además, este tradicional platillo va de la mano de un inseparable compañero, un refresco coca cola muy frío.
¿Por qué La Purísima?
Las tortas adoptan este nombre debido a la ubicación original del puesto donde son preparadas y también vendidas, que se encuentra a un costado de la famosa Basílica La Purísima Concepción, por la privada Licenciado Verdad, en el centro de Monterrey. Siempre existe una considerable fila para adquirir esta exquisita torta, pero el servicio de atención es rapidísimo.
La particularidad de este punto, es que los comensales no tienen ni mesas, ni sillas donde disfrutar este platillo, pero eso es parte de la tradición, ya que las personas pueden disfrutar este manjar de pie, dentro de sus autos o sobre los cofres de los vehículos, además de que muchos llevan sus tortas a casa.
El costo de estas tortas van de los 115 a los 130 pesos, son unas tortas inolvidables.