Un insólito funeral se realizó en una famosa discoteca en El Salvador, donde los deudos sacaron sus mejores pasos y bailaron cumbias alrededor del ataúd del muertito para expresar su dolor por la partida de su amigo.
De acuerdo a publicaciones en redes sociales de medios de comunicación del país centroamericano, el velorio se realizó en la Discoteca Unión, una de las más famosas de la capital salvadoreña.
Llevan a difunto a bailar cumbias
De acuerdo a medios de comunicación del país centroamericano, el velorio se realizó en la Discoteca Unión, una de las más famosas de la capital salvadoreña.
En esta despedida fuera de lo común, amigos y familiares se reunieron para dar el último adiós al fallecido, que dejó huella no solo por su vida, sino también por la manera en la que eligió ser recordado.
En el escenario de esta inusual despedida solía pasar noches inolvidables al ritmo de cumbias y música tropical. En lugar de un luto convencional, sus seres queridos decidieron rendir homenaje a su espíritu festivo, llevándolo a su último baile en una pista que tantas veces compartió con amigos y familiares.
El ataúd se convirtió en el centro de la pista de baile, rodeado por luces de colores y decoraciones festivas. La música de cumbia, que tanto amaba, llenó la sala mientras los asistentes, recordaban los momentos felices compartidos con el difunto.
Celebración única
Amigos y familiares expresaron su aprecio por esta celebración única, destacando cómo este personaje en vida siempre había irradiado alegría y amor por la vida.
Aunque la decisión de llevar a cabo un funeral en una discoteca pueda parecer inusual, los presentes compartieron risas y lágrimas mientras recordaban anécdotas y momentos especiales vividos.
Esta singular despedida rompió con las tradiciones funerarias, pero dejó a todos con la sensación de que su ser querido fue recordado de la manera más auténtica y representativa de su personalidad vibrante.
La discoteca se convirtió en un lugar de encuentro para aquellos que compartían el amor por la cumbia y la vida. Aunque la tristeza estaba presente, la celebración con el fallecido y su ataúd en medio de la pista permitió que la luz de su memoria brille con fuerza en el corazón de todos los presentes.