En lo que parecía una noche de festejo, un maratonista murió en una quinta, en donde se encontraba con su familia y otras personas acampando.
Los hechos ocurrieron en Monclova, Coahuila, en la quinta Encinos, en la Sección V número 1101.
Eduardo Pérez Ramos era un maratonista de 30 años, reconocido y querido dentro de la comunidad de deportistas; su muerte sorprendió y causó conmoción entre sus familiares, amigos y conocidos.
Trascendió que su familia acampó el fin de semana, pero la noticia se dio a conocer durante este domingo 22 de octubre.
Laura Ramos, madre de Eduardo, aseguró que habían llegado a la quinta una noche y su hijo se desvaneció sobre el césped al amanecer.
Antes, comentó la mujer, el atleta le dijo que se sentía mal. Tras caer tendido en el jardín, el hombre ya no despertó.
Al llegar los elementos de la Cruz Roja, llamados por los familiares, confirmaron la muerte de Eduardo, quien formaba parte del Club de Atletismo México.
En la quinta se estaba realizando una ceremonia ancestral, en la cual se consume la bebida ayahuasca; estuvo a cargo la clínica Onanya México.
Esta bebida es una mezcla de plantas originarias del Amazonas con fines presuntamente medicinales y espirituales.
Eduardo era ya cliente asiduo de este tipo de ceremonias junto a familiares y amigos, antes había consumido ayahuasca y era conocido de los representantes de la clínica, quienes lamentaron los hechos.
"Me siento consternado porque yo lo conocía", comentó Saúl Armendariz López, "yo lo conocía, me duele mucho porque lo conocí como ser humano, además conocía a su familia.