Como si de una película de horror se tratase, familiares en una panadería localizaron la calavera de una mujer, quien sería víctima de un crimen cometido hace 30 años en el lugar.
Los hechos ocurrieron en una vivienda del fraccionamiento Las Brisas, en Veracruz, donde anteriormente vivía Griselda N, que desapareció misteriosamente de acuerdo con su entonces esposo, Ernesto N.
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De acuerdo con las hijas del matrimonio, su padre aseguró que la madre de estas se había dado a la fuga con otro hombre cuando aún eran muy pequeñas. Ninguna sospechó del relato hasta tiempo después, cuando una de las chicas, ahora ya adultas, comenzó a dudar sobre el paradero real de su progenitora.
Ernesto N se volvió a casar, y cambió de casa para intentar olvidar este macabro pasaje de su vida, sin embargo, la realidad salió a la luz este sábado 21 de octubre cuando su hija, con ayuda de las autoridades, llevó a cabo una excavación en el lugar, encontrándose frente al ahora local de panadería, la osamenta de una mujer.
Los trabajos de remoción de tierra comenzaron desde el pasado miércoles en el lugar ubicado sobre la avenida Doctor Víctor Sánchez Tapia, los cuales arrojaron perturbadores resultados este fin de semana, hallando la presunta calavera de Griselda N. Por tal motivo, los restos fueron trasladados al Servicio Médico Forense, para los estudios de genética y así confirmar el parentesco.
En tanto, las autoridades localizaron a Ernesto N en una comunidad del municipio de Jamapa, donde se refugió por años. Extraoficialmente se conoce que podría ser presentado para que dé su versión sobre la desaparición de Griselda y la osamenta encontrada en lo que fue su casa hace 30 años.