Y pensar que todo comenzó con un chiste. Alberto Cantú lleva dos años transformando acero en asadores que terminan siendo réplicas de tráileres, personalizados con logotipos, firmas, colores y cualquier detalle que se le pida. Una verdadera joya para los amantes de los vehículos.
Lo que un día fue un simple comentario de su cuñado, este regio radicado en Guadalupe, Nuevo León, lo convirtió en el sustento de su familia y hoy se dedica 100 por ciento a realizar estos asadores.
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Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros son las ciudades a las que más envíos realiza Alberto de sus creaciones, siendo Tamaulipas una gran fuente de trabajo para su negocio.
Para él no hay imposibles, pues así como ha realizado una gran cantidad de réplicas de tráileres, ha diseñado y realizado autos, camionetas y hasta estadios con luces, todos al gusto de cada uno de sus clientes.
¿Cómo los hace y de qué están hechos?
Desde hace dos años que Cantú comenzó a elaborar estos asadores en su casa.
"Alguien me dijo: 'no podrás hacer el asador de una camioneta'... ¡y lo hice jugando!", cuenta Alberto entre risas. En cuanto terminó de hacerla, subió la imagen a redes sociales y los mensajes solicitándole un asador personalizado no se hicieron esperar.
Un mensaje tras otro llenó el inbox de este emprendedor regio, quien revela que llegó a tener hasta 5 mil notificaciones. Ante tantas peticiones, tuvo que hacerse de la herramienta necesaria para trabajar: máquina de soldar, pulidor, herramientas comunes como martillo, cinta de medir y pinzas. La creatividad ya estaba incluida.
Para realizar estas excelentes piezas, Alberto usa acero, no recicla ni usa chatarra. "He visto algunos que reciclan la chatarra, con cosas viejas, yo no, yo uso material de línea".
Después de darles forma, sigue la pintura automotriz y llantas nuevas para que puedan darle uso de carrito. Después vienen los detalles.
Realizar esta obra no es cualquier cosa. Alberto tiene que dedicarle entre 4 y 5 días, aunque para aprovechar el tiempo realiza varias a la vez.
"Solamente los hago yo. Empiezo a hacer varios juntos, en una semana saco tres o cuatro", comentó.
"Les hago el tráiler que manejan o que usan, o el que les gustaría tener. Así es como trabajamos, Nuevo Laredo es el 60 por ciento de mis ventas, Matamoros y Reynosa también, es el sector que más he vendido, pero manejo envíos a todo México y parte de Estados Unidos", dijo vía telefónica Nuevo Laredo-Guadalupe.
¿Cuánto pesan y cuáles son sus medidas?
Pesan 27 kilos y miden 1.50 de largo por 40 centímetros de ancho, la parrilla queda a una altura de 90 centímetros; todo es desarmable, las patitas también para enviarlo en una caja.
Alberto se adapta a todas las solicitudes que le hagan, incluso alguna vez le pidieron que el humo saliera por los mofles. "Me divierto bastante".
Si deseas hacer un pedido necesitarás de un poco de tiempo y paciencia, pues todo el mes de febrero está ocupado, por lo que tendrías que esperar hasta marzo.
¿Y el precio?
"Depende del capricho de la gente", dice Cantú, quien asegura que el precio de un asador de este tipo ronda entre los cuatro y seis mil pesos, el más caro, pero la mayoría está entre 4 y 4 mil 500.
Apoyado por su esposa Jessica Morales, quien se encarga de añadirle una tabla personalizada para picar la carne, Alberto utiliza los espacios de su casa para elaborar los pedidos, pero espera que próximamente pueda abrir su propio taller para que su negocio crezca.
Hasta este momento, trabajar en casa le permite pasar tiempo con sus tres hijos, pero cuando se dedica a sus asadores lo disfruta y se divierte, al grado de que todavía no le han complicado la existencia con ninguno de los pedidos.
Y buscando apoyar a quienes más lo necesitan, Alberto y Jessica decidieron crear algunos asadores para donarlos a asociaciones o personas que lo requieran, con el fin de que lo rifen y se apoyen con el dinero recaudado.
Así que si necesitas hacer un regalo original para una persona que sea amante de cualquier vehículo y de la carne asada, Alberto Cantú podría ayudarte con un obsequio personalizado que dejará a todos con la boca abierta.