El ejecutivo español, presidido por el socialista Pedro Sánchez, informó al Congreso de los Diputados que el expresidente de México, Enrique Peña Nieto, reside en España de forma legal gracias a haber obtenido una “visa como inversor internacional”, también conocida como “visa de oro” al exigir una inversión mínima de medio millón de euros (11 millones de pesos).
Además el gobierno español reconoce que el exmandatario mexicano intentó obtener papeles de residencia en España “por motivos excepcionales”, que se especificaron, y que finalmente fue rechazada por no cumplir los trámites necesarios.
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En respuesta a una pregunta parlamentaria formulada por el diputado del grupo del partido de la izquierda independentista vasca EH-Bildu, Jon Iñárritu, la Secretaría de Estado de Relaciones con las Cortés informó por escrito al Congreso de los Diputados que el expresidente de México tenía una visa como inversor internacional, en virtud de la ley que regula esta materia, aprobada en el 2013 durante el gobierno del derechista Mariano Rajoy, que intentó recuperar la maltrecha economía española, entonces sumida en una profunda depresión, atrayendo inversionistas extranjeros en el sector inmobiliario a través de una fórmula que se definió como “visa de oro”, dado el carácter elitista de los requisitos.
La respuesta oficial del gobierno español explica que Peña Nieto “es titular de una autorización de residencia como inversor conforme a la ley de 2013 de apoyo a los emprendedores y su internacionalización”. Y añade que dicha ley ·permite este tipo de autorización, entre otros, a los titulares de bienes inmuebles en España con una inversión de valor igual o superior a 500 mil euros y que cumplan con el resto de los requisitos”.
En este sentido precisan que el expresidente de México acreditó una “inversión por valor de 570 mil euros, libre de cargas y gravámenes, en un local comercial ubicado en Madrid”, que es el que se refiere precisamente a un inmueble a nombre de Peña Nieto en el barrio de Chamberí.
El gobierno además advierte en su respuesta que para obtener la autorización no es “preciso acreditar otras inversiones, por lo que se desconoce qué otros activos pudiera tener Peña Nieto a efectos de la obtención de la autorización y se desconocen las inversiones o capital que Peña Nieto pueda tener con carácter global en España”.
El gobierno español también reconoció que Peña Nieto intentó obtener el visado alegando “motivos excepcionales”, pero que al solicitar “una autorización de residencia por supuestos no previstos en el Reglamento de Extranjería fue inadmitida a trámite por no cumplir los requisitos exigidos para ello”. Es decir, que fue rechazada su petición y fue entonces cuando decidió solicitar la “visa de oro”