Cientos de miles de razones salieron ayer a la calle en México para pedir cosas tan revolucionarias como “no me mates”, “quiero llegar a casa”, “quiero ser libre y no valiente” o “cobrar lo mismo que ellos por el mismo trabajo”. Una impresionante columna morada marchó durante horas por el centro de la capital mexicana para recordar el 8M.
Cientos de miles de estudiantes, empleadas públicas, funcionarias, trabajadoras del hogar, madres con sus hijas o familiares de víctimas de feminicidios elevaron durante horas la voz y detuvieron la actividad en la capital del país para pedir el fin de una violencia estructural que suma diez nuevos asesinatos de mujeres cada día.
Te podría interesar
“No somos histéricas, somos históricas”, decía la pancarta que resumía la sensación que sobrevuela cada 8 de marzo. “Querida sociedad: el feminismo no es sólo entre mujeres, es para todes”, decía otro cartel unos metros más atrás.
La marcha transcurrió en un contexto festivo y alegre, pero algunas manifestantes golpearon parte del mobiliario público en el Metro Hidalgo y un vidrio se vino abajo dejando dos personas heridas (de ellas mismas).