Al poniente de la zona metropolitana de Monterrey la crisis del agua se ha traducido en cortes de hasta tres días del suministro del vital líquido, mientras que en Nuevo Laredo la problemática es menos aguda, pero tampoco es favorable.
NUEVO LEÓN A SECAS
Juan Ignacio Barragán, director de la empresa estatal Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, responsable del suministro del vital líquido en Nuevo León, el nivel de las presas de La Boca (17%) y Cerro Prieto (8%), sólo podían suministrar el recurso hasta el 12 de marzo y el 6 de abril, respectivamente, en caso de no registrarse precipitaciones copiosas en ese transcurso, situación que no está contemplada en el futuro inmediato.
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En caso de que las dos presas anteriores se llegaran a secar, la presa El Cuchillo (53%) ubicada en China, Nuevo León, cargaría con la responsabilidad total de surtir el vital líquido al área conurbada de Monterrey.
CRISIS EN LA REGIÓN
A 60 kilómetros de Nuevo Laredo, en el ejido Nuevo Rodríguez -en territorio de Nuevo León-, José Manuel Jiménez Martínez y otros agricultores de la tercera edad sobreviven de la pensión federal, pues la crisis del agua está llegando a las presas y ríos.
“Esta es una triste realidad, el campo está acabado, pero habiendo salud se puede todo, si no la hay está canijo”, dijo.
En Ciudad Anáhuac, José Miguel Valdés Ortiz, veterano agricultor, destacó que mientras esperan lluvias, que representan su única esperanza, los animales se acercan a beber la poca agua que circula en el río Salado, cauce que también se encuentra en severa decadencia.
“Lo que estamos viendo es lamentable, no sabemos cuánto tiempo más vamos a padecer esta situación, yo ya viví la seca, de ahí el dicho ‘es sábado y me toca baño’, porque no había agua y sólo estaba permitido ese día hacerlo. Los animales morían de sed. Antes era una ventaja porque iba el ganado a beber al río, pero ya no corre agua”, mencionó.
Los agricultores destacaron que se requiere de un permiso por parte de Conagua y poder extraer agua, trámite que anteriormente no se hacía y que hoy complica aún más, mantener su ganado o siembra.
EL PLAN DE NLD
Para los agricultores de Nuevo Laredo, el Consejo Municipal para el Desarrollo Rural sustentable, del que forma parte la alcaldesa Carmen Lilia Canturosas, será un medio importante para poder establecer acuerdos y hasta firmar un convenio con Comapa para un intercambio de agua tratada, que les permita salir avante ante esta crisis.
“Nos comprometimos con todos los que están involucrados con el agua, va a haber un intercambio con el tema del riego de agua que vamos a hacer por medio de Comapa y de todos los que necesitan el agua porque ellos han señalado que año con año, a mitad de año se quedan sin agua, entonces nosotros les vamos a dar agua tratada y ellos nos van a abrir el río y vamos a tener un ‘ganar ganar’, vamos a tener un poco más de bombeo. Ya estuvieron las partes en Comapa y ya se está buscando un contrato para que todo quede claro y nos podamos ayudar entre municipio y los ejidatarios”, expresó Canturosas.
NLD A SALVO, PERO NO ÓPTIMO
Mientras tanto, la Comisión Internacional de Límites y Agua, ha resaltado que se requiere de lluvia en la región, pues las presas, a pesar de contar con una capacidad suficiente para el consumo humano en el corto y mediano plazo, se encuentra en niveles bajos, sobre todo la presa La Amistad, que provee a Nuevo Laredo.
“Son porcentajes bajos en el que con estos porcentajes, pues se garantiza el abastecimiento de agua potable para las ciudades fronterizas, pero aquí lo que necesitamos es que haya lluvia para los agricultores y ganaderos y para los diferentes usos del agua en la frontera y en ese sentido el nivel del río en este momento, como no ha habido lluvias el agua que está pasando en el río es el agua que estamos descargando de la presa La Amistad para abastecimiento de usos municipales y usos domésticos”, dijo David Negrete Arroyo, representante de la CILA.
El primero de marzo comenzó a realizarse un trasvase de la presa La Amistad, que se encuentra actualmente al 33%, y de la cual depende Nuevo Laredo y Laredo, para surtir de agua a la Falcón, que ostenta apenas un 16%; lo que dejaría a la primera con una porción menos del preciado vital líquido, hasta que se generen precipitaciones en la región.