Roxán Escudero ha dado la muestra de que en este mundo no hay sexo débil y menos en las Fuerzas Armadas del Ejército mexicano.
A sus 27 años, Escudero es la primera mujer que terminó con éxito el Curso de Oficiales de las Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano e ingresar a esta hermandad de boinas verdes considerada la elite entre la elite.
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No cualquiera puede lograrlo y ni pensar, antes de Roxán, que una mujer lo pudiera intentar al menos. Fue hasta hace ocho meses que comenzó su adiestramiento y al cabo de estos se graduó como Teniente de Zapadores.
Su adiestramiento fue un antes y un después para los encargados de llevar a cabo estas arduas pruebas de los 'hombres murciélagos'.
Estas fuerzas especiales se caracterizan por su intenso adiestramiento para cualquier tipo infiltración, manejo de arma o terreno para operaciones de seguridad interior o ayuda a la población con el plan DN-III-E, curso que para este año apenas pudieron terminar 34 de los 60 oficiales que se inscribieron, llevando el cuerpo y la mente más allá de los límites.
Yo siempre dije que iba a ser la primera mujer en intentar hacer el curso. Para mí es un orgullo ser la precursora de esta puerta que yo sé que se va a abrir y que muchas mujeres van a venir a intentarlo y no hay sexo débil
Se refirió también a las pruebas físicas y psicológicas a las que fue sometida en su entrenamiento.
"Es muy cierto una frase de Fuerzas Especiales que dice 'la mente domina al cuerpo, y la fortaleza del hombre o mujer, radica en el dominio de su mente'”
La Teniente Rox confirmó y agradeció que en el ejército fue tratada con respeto por sus demás compañeros.
“Sobre todo hermandad porque es lo que formamos. Y sabemos que somos un equipo, somos como un reloj, si un engrane no funciona, no funciona el reloj”.
Su lugar de base es el Cuartel General del Cuerpo de Fuerzas Especiales, en el Campo Militar 37-B en el municipio de Temamatla, Estado de México, donde todos son iguales.
Luego de graduarse en el Heroico Colegio Militar en la licenciatura en Administración Militar, Roxán participó en el equipo Chimatlalli, donde sus instructores de Fuerzas Especiales le dieron el ejemplo con disciplina y humildad.
Uno de ellos, Gustavo Hernández, Teniente Infante e instructor en Temamatla, reconoce el esfuerzo de esta Teniente de Zapadores.
Ella vino a romper los estereotipos que teníamos, que la mujer no podía realizar un curso de estos porque es el más intenso del centro de Fuerzas Especiales, es uno de los cursos más fuertes y viene a ser un parte aguas en cuestión del adiestramiento
“Se le dijo que era un curso sin género, no hay una evaluación para mujer ni para hombre, se le dijo que iba a ser tratada igual, con la misma intensidad del adiestramiento y que sería igual para ellos como para ella", agregó.