Un estudiante en Ingeniería Civil de la Universidad Autónoma de Coahuila ha realizado un descubrimiento revolucionario, el joven coahuilense, Israel Antonio Briseño, logró crear un pavimento que tiene la capacidad de regenerarse con el agua.
El estudiante buscaba en su investigación resolver la problemática de baches en las calles, pues es un recurrente problema en todas las ciudades del país.
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Solución a un gran problema
El joven estaba realizando su tesis, su intención en esta era encontrar el factor que detonaría los agrietamientos y los daños en las calles. El descubrimiento del joven encontró que el agua es la principal causa de que el pavimento se ablandara y presentara filtraciones en el terreno, lo que crearía también fisuras, grietas, baches y ondulaciones.
Fue así como Briseño comenzó a desarrollar una fórmula para lograr un nuevo tipo de pavimento asfáltico, uno que tiene la capacidad de la autoregeneración cuando entre en contacto con el agua.
Si bien Briseño fue la mente en el proyecto, se ayudó de dos asesores, que son profesores en la mencionada universidad, el Dr. Edgar Ulises de los Santos y el Dr. Octavio Cárdenas, en equipo y uniendo sus mentes y esfuerzos, lograron ingeniar un material con la capacidad de reaccionar al agua y el dióxido de carbono y de auto regeneración por las bacterias, todo esto sin cambiar las propiedades fisicoquímicas del asfalto.
Lo que sucede es que, cuando llueve, las filtraciones de agua llegan a la base debilitándose, creando una falla y, cuando pasa un auto, colapsa. Así es como quise convertir al mayor agente de degradación en un agente de recuperación, ya que con el proyecto el agua sería un mantenimiento para nuestras vialidades.
Materiales renovables
Actualmente, Israel Antonio Briseño tiene ya 25 años de edad y llamó a su proyecto Paflec (siglas de Pavimento Flexible Capaz de Regenerarse). Por si fuera poco, el material para la realización de este son neumáticos de autos, por lo que es un excelente método para darle una segunda vida a estos materiales contaminantes.
Este novedoso material ha sido probado en las ciudades de Francisco Ignacio Madero, Coahuila, Camargo y Chihuahua; su inventor espera que se le dé una aprobación por parte del Organismo Nacional de Normalización y Certificación de la Construcción en México. Además, lo llevaría ante la Secretaría de Comunicaciones y Transporte de su país natal.
Yo tengo el sueño que mi proyecto se pueda aplicar en las calles mexicanas, ya que es el asfalto que necesitamos. Si existe voluntad política, espero que se me escuche, que no sea una tesis más que se guarda y se olvida.