Todos conocemos los míticos autos Volkswagen, popularmente el modelo sedán conocido como “vochito” que transportó a generaciones enteras en México y el mundo. Conoce el vocho que cruzó el Lago de Chapala en Jalisco.
El sedán fue sumamente popular durante las década de 1970, 1980 y 1990. Quienes lo manejaron, saben que el vocho era a prueba de todo, pues su duro armazón lo hacía resistir casi cualquier golpe y soportaba casi cualquier terreno.
El vocho flotó sobre el Lago de Chapala y sorprendió al mundo
Sin embargo, un episodio inédito de su confiablidad, fue cuando el vocho fue probado como un auto anfibio en el Lago de Chapala, en el estado de Jalisco.
En 1968, cuando Volkswagen Américas, tenía su sede en Guadalajara, la empresa quiso probar la resistencia del sedán en el agua, así como si era capaz de flotar sin sufrir daños en la maquinaria.
El show era un experimento de mercadotecnia con que tenía como objetivo probar la resistencia del auto y subir las ventas del popular carro.
Vocho flotante
Para el experimento, se utilizó un Volkswagen Sedán del año 1967, al al que le hicieron algunas adaptaciones para convertirlo en un modelo anfibio.
Se le selló el chasis y se blindó el motor trasero y la transmisión. También se le adaptó una propala de lancha y se le colocó un escape más grande, para evitar que el agua entrara a través del escape.
El experimento se compuso de tres etapas: la primera en un estanque improvisado en la fábrica; luego una prueba más en el Parque Ávila Camacho, donde se corrigieron errores y finalmente en el Lago de Chapala.
El evento se anunció a todos los medios de comunicación en ese entonces, por lo cual se contó con una gran cantidad de curiosos.
El 8 de septiembre de 1968, el recorrido comenzó en San Luis Soyatlán, luego partiría a Ajijic y terminaría en Chapala. El piloto estuvo acompañado por un técnico y un buzo de emergencia, así como por embarcaciones a los lados durante el recorrido flotante.
El día llegó y todo salió como estaba planeado, el vocho navegó a través del Lago de Chapala a una velocidad de 24 kilómetros en 3 horas. Cumplida la hazaña el escarabajo lo restauraron, los exhibieron en la agencia y finalmente lo vendieron como un auto cualquiera.