Es importante conocer el estado de situación financiera personal para poder tomar las decisiones correctas a la hora de organizar la economía personal.
Conoce aquí el estado de tu historial crediticio para poder calcular cuál es tu estado de situación financiera. Aquí vas a saber cómo puedes hacerlo.
¿Qué es un estado financiero personal?
El estado financiero muestra la salud económica de una persona o una empresa. Se trata de un documento en el que se registra tanto los pasivos como los activos de una determinada persona en un momento dado. Por lo general, al realizarlo, se hace un desglose detallado de todos los elementos que lo componen.
Por un lado hay que poner los activos, que es todo el dinero que genera rendimiento, cómo los rendimientos generados en la cuenta bancaria y cuentas por cobrar. Del otro lado se deben de colocar los pasivos, que son todos los gastos, las responsabilidades y alguna deuda que se pueda llegar a tener.
En el caso de una economía familiar se pueden tener en cuenta los activos y pasivos de la pareja para generar una declaración financiera conjunta.
Tipos de activos
Existen varios tipos de activos por lo que es importante aprender a identificarlos para poder tenerlos en cuenta a la hora de armar el estado financiero. Están los activos líquidos (dinero en efectivo; dinero en cuentas de ahorro; acciones; pagarés), los activos personales (son los bienes personales de valor), los activos inmobiliarios (bienes inmuebles de una persona) y activos diferidos (herencia, seguro de vida, plan de ahorro y plan de pensiones).
Tipo de pasivos
También se deben de tener en cuenta todos los pasivos. Como el pasivo flotante, compuesto por todas las deudas y obligaciones a corto plazo, y el pasivo fijo o consolidado, formado por todas las deudas y obligaciones con vencimiento mayor de un año.
Se tiene un buen estado financiero si...
Ya teniendo bien en claro los pasivos y los activos. Es momento de armar un cuadro detallado en donde sea claro el total de activos, el total de pasivos y el efectivo neto. Con esta información es más fácil poder analizar la situación financiera personal.
En un buen estado financiero la cantidad de ingresos debe ser mayor a los gastos. Además, debe de haber el dinero suficiente para poder afrontar gastos imprevistos en caso de que surjan.
También es importante tener en cuenta la capacidad de ahorro, si es que se tiene; la cantidad máxima destinada al pago de un crédito; y cuánto es el dinero que queda disponible para poder hacer posibles inversiones.
¡Ojo que las tendencias también importan! Hay que identificar las tendencias de los activos y los pasivos. Ya que hay pasivos que pueden convertirse en activos y viceversa. Un ejemplo claro de esto puede ser estar pagando una cuota mensual de un departamento, situación que se cuenta cómo pasivo, pero que en unos meses, cuando se termine de pagar, se convertirá en activo.
Pequeños cambios que ayudan a mejorar
Tomar el control de tu dinero no es tan difícil como parece a simple vista. Si tu estado financiero no es el óptimo se pueden aplicar ciertos tips que te ayudarán a mejorarlo en un corto plazo.
Una manera de poder ir viendo día a día cómo vas manejando tu dinero es teniendo un cuadro de gastos diarios, en el que se incluyan todos las cosas que hay que pagar y el dinero que falta para poder darle prioridad a estos puntos.
Una hoja y un lápiz es más que suficiente pero hoy en día existen varias aplicaciones para teléfonos celulares que son gratis y permiten ir registrando los ingresos que van llegando y los gastos que van surgiendo para tener control sobre todo y que no se te olvide nada.