Cambiar la forma en cómo se producen las cosas que compramos y consumimos, es una apuesta que intenta recuperar el equilibrio en el planeta, para cuidar recursos tan valiosos como el agua, fora y fauna y la tierra.
Al adquirir productos más ecológicos y/o biodegradables estamos apoyando un modelo de producción responsable para el medio ambiente y con ello contribuimos a cuidar desde nuestro hogares el planeta.
Desde la ropa, maquillaje, alimentos y productos de cuidado personal, así como de animales de compañía, están realizando cambios en los insumos que usan para su fabricación y sus formas de desecharse.
¿Qué tiene que ver la arena para gatos en todo esto?
Si tienes a uno o varios gatos como animales de compañía, tú mejor que nadie sabe que comprar arena para gatos, es indispensable para el cuidado y bienestar de este animal.
Pero, ¿alguna vez te has preguntado cuánto puede contaminar las arenas para gatos? Por lo general, los dueños de gatos llegan a desechar la arena usada por el inodoro, contaminando millones delitros de agua que terminan en ríos y mares.
Esta contaminación no se genera en su totalidad por la naturaleza de la arena de gato, que puede ser de arcilla, aglutinante o de sílice, sino por la orina y heces que absorbieron y que pueden contener bacterias que terminan en el agua.
Por lo que es necesario pensar en una solución diferente, que satisfaga la necesidad de ir al baño de los gatos y al mismo tiempo se pueda desechar de una manera más segura y que contamine menos.
La solución: usar arena biodegradable
La arena biodegradable para gatos es una alternativa novedosa que no sólo atiende el importante tema de cuidar el medio ambiente, también ofrece una amplia gama de beneficios para los gatos y sus dueños.
En México existe Skoonâ y es el primer modelo de arena para gatos biodegradable en el país. A diferencia de las arenas de arcilla y aglutinante, Skoonâ está hecha con diatomita un mineral natural, que es ultra absorbente, por lo que no aglutina, es mucho más fácil de limpiar, encapsula los malos olores y su mantenimiento es menor.
Gracias a que es 100% natural y biodegradable las maneras en cómo se puede desechar son más responsables con el medio ambiente.
Por ejemplo, después de usarse se puede tirar junto con los desperdicios orgánicos, también se puede enterrar en jardines funcionando como un tipo de relleno ecológico.
Su presentación es divertida porque viene en forma de pequeñas y suaves piedritas, por lo que la arena no se pega en las patas de los gatos. Es ultra ligera un bolsa de Skoonâ pesa 3.6 kg y rinde hasta 1 mes de uso.
En cuanto al precio, que sería el beneficio más importante para los catlovers, la realidad es que es mucho más económica que el resto de arenas en el mercado.