CIUDAD DE MÉXICO.- La Cámara de Diputados aprobó el desafuero del gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca. Luego de la presentación de alegatos de la Fiscalía General de la República y la defensa, las bancadas se enfrascaron en un largo y agrio debate. El PAN insistió que la decisión final la tiene la legislatura de la entidad, pero Morena reviró: “¡Va a la cárcel, sí o sí!”
El dictamen se aprobó por 362 votos en favor de Morena y sus aliados. La oposición sumó 134 votos en contra y se registraron 14 abstenciones, la mayoría del PRI.
La presidenta de la Mesa Directiva, Dulce María Sauri (PRI), declaró que “ha lugar a proceder en contra” del Gobernador y ordenó comunicar la resolución al Congreso del Estado de Tamaulipas, “para los efectos del párrafo quinto del artículo 111 de la Constitución”.
Dicho párrafo prevé que “para proceder penalmente en contra de los ejecutivos estatales… la declaración de procedencia será para el efecto de que se comunique a las Legislaturas Locales, para que en ejercicio de sus atribuciones procedan como corresponda”.
El presidente de la Sección Instructora, Pablo Gómez Álvarez (Morena), dijo que se comprobó el delito de defraudación fiscal agravada.
Frente al argumento del PAN, respecto de que no es urgente el desafuero porque el delito prescribiría hasta 2029, Pablo Gómez expuso que sería como admitir el retraso de la justicia ante una situación política muy especial.
El delito por el cual se decidió el desafuero para que la FGR esté en posibilidad de solicitar la detención y presentarlo ante un Juez, “no es meramente culposo”, expuso el legislador y dijo que el daño por la elusión fiscal de 6.5 millones de pesos se causó no sólo ante la Hacienda federal, sino a los ingresos de Tamaulipas.
El coordinador de Acción Nacional, Juan Carlos Romero Hicks, sostuvo que el juicio de procedencia de este viernes fue una “burda intención de impactar el proceso que está en marcha”.
Desde las curules de Morena y sus aliados se escuchó: “¡Cómplices! Los panistas respondieron: “¡Paleros!” Desde las filas de la mayoría reviraron: “¡Sus gobernadores son narcos… ¡narcos!”.