El periodista y el camarógrafo españoles, David Beriain y Roberto Fraire, fueron asesinados por un grupo de hombres armados en Burkina Faso, en territorio africano donde, elaboraban un documental sobre la cacería furtiva.
El reportero fue muy conocido en México por su documental que se transmitió en México sobre el cartel de Sinaloa, en 2017, con quienes convivió más de tres meses en la sierra donde tienen sus laboratorios.
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El lunes un comando armado emboscó en la zona de Pama a una patrulla de efectivos que combaten la caza furtiva, en la que iban los dos periodistas españoles y otro irlandés. Momentos antes la agencia de noticias EFE confirmó que los periodistas habían sido secuestrados.
Zona de intensa actividad terrorista
Hasta ahora las autoridades desconocen quienes hicieron los ataques, pero Burkina Faso es zona de operación de grupos afines a Al Qaeda.
La zona es conocida por gran actividad terrorista. Las organizaciones más activas en la zona son el grupo local burkinés Ansarul Islam; la coalición yihadista del Sahel Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (GSIM) y al Estado Islámico en el Gran Sáhara (EIGS).
La violencia en Burkina Faso está afectando a la población, la cual ha tenido que irse desplazando fuera de la zona de conflicto. Los dos reporteros se encontraban grabando un documental que pretendía exhibir a la opinión pública cómo operan los cazadores furtivos de la zona.
Además de asesinar a los miembros de la caravana, los atacantes robaron armamento y equipo, como dos ametralladoras, un vehículo, un dron, 12 motocicletas y radios de frecuencia.
Durante el ataque, el vehículo de los miembros de la seguridad de Burkina en la que se encontraban los periodistas fue emboscado por dos camionetas llenas de hombres armados.
Cuando los reporteros vivieron en la Sierra de Sinaloa
Beriain trabajó seis años en el periódico La Voz de Galicia, donde era especialista en la cobertura de conflictos armados en diferentes partes del mundo como Irán, Afganistán, Sudán, Congo o Libia. En América consiguió llegar a los campamentos de las FARC, en Colombia.
En México,grabó una serie de programas para el documental Clandestino. David Beráin pasó más de tres meses en la zona de influencia del cartel de Sinaloa, enclavada en la sierra de ese estad, consiguiendo entrevistar operadores y sicarios de ese cártel.
En la serie se observan varias entrevistas con trabajadores del cártel, quienes bajo anonimato le narraban la forma de operar y sus actividades ilícitas sobre el cruce de armas y droga de México a Estados Unidos.
El periodista nunca reveló sus fuentes ni cómo logró inflirtarse en el corazón del Cártel de Sinaloa para sus grabaciones.