TLATELOLCO

La Matanza de Tlatelolco, el 2 de octubre no se olvida

El 2 de octubre de 1968, a las 17:30 horas en la misma Plaza de las Tres Culturas, otro mitin con miles de estudiantes se realizó. Los estudiantes estaba rodeados, los militares estaban ahí, los cazaron, revelan algunos testigos.

Miles de estudiantes realizaron un mitin en la Plaza de las Tres Culturas, ahí, muchos fueron asesinados.
La Matanza de Tlatelolco, el 2 de octubre no se olvida.Miles de estudiantes realizaron un mitin en la Plaza de las Tres Culturas, ahí, muchos fueron asesinados. Créditos: Agencias
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CIUDAD DE MÉXICO.- El 2 de octubre no se olvida, la matanza de Tlatelolco marca un antes y un después en el rumbo de México. Cientos de estudiantes fueron reprimidos, el gobierno ordenó callarlos y muchos cayeron en la lucha. El dolor sigue presente, México se tiñó de sangre.

El 22 de julio de 1968 en México inició el movimiento estudiantil, influenciado por los levantamientos que se presentaban en Europa. En aquella ocasión la policía disolvió con violencia una contienda entre alumnos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Tras iniciar las manifestaciones al ser atacados con violencia, cada vez se hizo más presente la presencia de las fuerzas del orden para agredir a los estudiantes. De ahí irrumpieron los policías a las vocacionales 2 y 5 del Politécnico Nacional.  Ahí inició el camino que tuvo uno de los finales más tristes para México.

El director de la Policía en ese año, Luis Cueto Ramírez aseguran que  “la policía no agrede, salvaguarda el orden”. Poco a poco los detenidos empezaron a aumentar. El Gobierno de México aseguraba que los estudiantes intentaban atentar contra los Juegos Olímpicos.

Con cañones y bazucas, el Ejército tomó la Escuela Nacional Preparatoria 1, 2, 3 y 5. Ya era finales de julio, las tensiones crecían, así como las agresiones contra los estudiantes, los detenidos no cesaban.

Agosto transcurrió con manifestaciones, algunas dispersadas por las autoridades, otras no. Las universidades que eran parte del Movimiento eran la UNAM, el IPN, la de Chapingo y estaban algunas Normales.

La Marcha del Silencio se realizó el 13 de septiembre y de acuerdo con la UNAM, alumnos no desistieron, aún con la presión de las policías y del ejército. Los estudiantes permanecieron callados desde el Museo de Antropología hasta el Zócalo.

A las 9 de la noche del 18 de septiembre se rompió la relativa calma que se presentó algunos días. El ejército irrumpió en Ciudad Universitaria, en donde detuvieron a 104 hombres y 43 mujeres. Los varones fueron enviados a la prisión de Lecumberri, conocida también El Palacio Negro.

En la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco se enfrentaron estudiantes contra las fuerzas armadas en medio de un mitin con más de 5 mil participantes. Este hecho fue el 21 de septiembre.

El día oscuro llegó, el 2 de octubre de 1968, a las 17:30 horas en la misma Plaza de las Tres Culturas, otro mitin con miles de estudiantes se realizó. Los estudiantes estaban rodeados, los militares estaban ahí, los cazaron, revelan algunos testigos.

El “Batallón Olimpia” estaba conformado por personas que portaba guantes blancos, mismos que los distinguían para que a ellos no les dispararan. Las bengalas iluminaban el lugar, y de acuerdo a expertos las lanzaban para señalar el lugar y que las fuerzas armadas dispararan.

Todo aquello se convirtió en una pesadilla, disparos de todos lados daban en los jóvenes. La masacre había iniciado. México se teñía de sangre, todos corrían buscando refugio, pero el poder de las balas les arrebataban sus vidas. Las ambulancias tardaron dos horas en llegar al lugar.

“Fue la brutal culminación de delitos que podrían ser considerados contra la humanidad, perpetrados desde el gobierno de México”, destaca la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

El Gobierno informó que hubo 300 muertos, pero la cifra, de acuerdo con testigos no era real, fueron muchos más.

El 3 de octubre de 1968, la Plaza de Tlatelolco amaneció llena de dolor, de manchas de sangre, con los testigos aún en su cabeza el sonido de los disparos, de los gritos de angustia. México estaba herido, los estudiantes fueron asesinados.

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