Un hombre fue duramente criticado por dar nalgadas a su hijo en público; el momento fue captado en video y dividió opiniones en redes sociales pues, aún en pleno 2020 hay personas que consideran que golpear a un niño es un buen castigo “correctivo”.
En el video, se muestra a quien pareciera ser el padre del niño notablemente desesperado y golpeando al niño fuertemente; segundos después, reprende también a una niña pequeña y de un grito le ordena que se siente.
Nalgadas ¿Bueno o malo?
Dicha publicación lleva corriendo por redes sociales algunos meses, sin embargo, a la fecha sigue generando debate entre los padres de familia pues algunos consideran que las nalgadas son una forma correcta de disciplinar a los niños y “que a ellos los educaron igual y salieron bien”; mientras otros reprobaron la reacción del hombre y lo calificaron de “salvaje” y “abusivo”.
Otros más, consideraron que al dar nalgadas a su hijo, el hombre en cuestión estaba buscando el bienestar del niño pues “más vale un correctivo a tiempo, que un delincuente en la cárcel”.
Pero a todo esto, ¿golpear a un niño para disciplinarlo es bueno o malo?
De acuerdo con la Academia Estadounidense de Pediatría, el castigo corporal está asociado con un incremento en la agresión y hace más probable que los niños sean intransigentes en el futuro; además, las nalgadas están asociadas con resultados similares al de los niños que son abusados físicamente con golpes más severos.
Right or wrong? pic.twitter.com/VHg7qAszKn
— lando (@makingmyown_) July 27, 2020
Además, recomiendan evitar los castigos no físicos que sean humillantes, amenazantes o que infundan miedo.
Pero eso no es todo porque un estudio publicado en 2009, reveló que las personas que recibieron castigos violentos en su infancia, tienen un coeficiente intelectual de menor desempeño que el de aquellos que nunca fueron golpeados o recibieron nalgadas por parte de un adulto.
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Si bien, cada quien puede educar a sus hijos como consideren correcto, golpear a un niño no es la solución. Por eso, es importante tomar en cuenta las consecuencias psicológicas y emocionales que podemos ocasionar en los pequeños; los especialistas sugieren optar por otras formas menos violentas de educar a un niño, sobre todo si se trata de un hijo contestón.