La alarma suena a las 5 de la mañana. Te preparas llenando de gasolina tu camión doble, llenando tu hielera, recogiendo a tu ayudante y dirigiéndose al trabajo a más de una hora de distancia. Esta es la rutina matutina diaria del veterano Daniel Benavides, de 26 años, como soldador; un giro desde su idea inicial de convertirse en abogado algún día.
Después de graduarse de United South High School, Benavides tomó una decisión que ayudaría a dar forma a su vida. Se unió al Cuerpo de Marines de los Estados Unidos.
"Allí aprendí que no quería un trabajo de oficina", dijo. También aprendió la mayoría de sus habilidades de gestión y cómo comportarse al participar en reuniones con sus comandantes.
Estas habilidades entrarían en juego más adelante en su historia. Después de cuatro años en el ejército y obtener el título de sargento, terminó su tiempo en el Cuerpo de Marines, regresó a casa y siguió el consejo de sus padres de ir a la universidad.
Benavides decidió que quería aprender una habilidad valiosa que le diera la satisfacción que sentía en la Infantería de Marina.
"Recuerdo que pensé: 'Quiero trabajar afuera'", dijo. Después de escuchar sobre los cursos vocacionales disponibles en Laredo College, Benavides usó su Ley GI posterior al 9/11 y se inscribió en el Programa de Soldadura para obtener su Certificado de Soldadura Combinada Estructural y Certificado de Tubería Combinada.
Mientras avanzaba en el programa, pudo reconocer una plataforma de soldadura en su vecindario. "Hay que hacer networking", dijo. Palabras que impulsarían su éxito en el mundo de la soldadura. Benavides fue a la casa de sus vecinos y habló con el dueño de la camioneta con la intención de pedirle que lo llevara, pero terminó haciendo su primer contacto profesional.
Después de obtener sus certificados y con un teléfono lleno de contactos, dejó a un lado los miedos que tenía y comenzó a sumergirse en una carrera que coincidió con la satisfacción que sintió en el ejército.
Ahora, Benavides conquista certificación tras certificación utilizando el conjunto fundamental de habilidades de soldadura que aprendió en Laredo College. "No puedo pensar en nada de lo que aprendí aquí que no use por ahí", dijo.
Planea ser un exitoso propietario de un negocio de soldadura tomando lo que aprendió en Laredo College y soldando ese conocimiento a sus habilidades de gestión aprendidas de sus días militares. Benavides también compartió tres consejos para los estudiantes nuevos y actuales.
En primer lugar, animó a los estudiantes a elegir los cerebros de sus instructores, en segundo lugar, a utilizar cada minuto de su tiempo de laboratorio de forma eficaz y, en tercer lugar, a empezar a establecer contactos.
"Un buen lugar para empezar a establecer contactos es con la persona que está a tu izquierda y a tu derecha... Un año después, todavía tenemos un chat grupal", dijo. "Es a quién conoces lo que te hace entrar y es lo que sabes lo que te hace quedarte", concluyó.