Miguel Rodríguez, Jefe de la Policía de Laredo comentó que en Laredo, Texas, es grave lo de la familia rota, el matrimonio separado, la falta de uno de los dos pilares, lo cual se está traduciendo en los chicos que están delinquiendo, en los adolescentes metidos en tráfico de drogas, de humanos, robando camionetas, pero que empezaron amenazando con bombas a las escuelas o con balaceras en las mismas y que ahora están golpeando abuelitos en los parques.
"Los casos de menores cometiendo delitos a últimas fechas, estamos viendo que vienen de la ausencia de los padres, tenemos que involucrar más a las familias, que sus hijos están solos, que están desatendidos, ignorados, pedirles que platiquen pero no nada más de las consecuencias de sus actitudes delictivas.
"Lo más importante es que platiquen con sus hijos, que les cuestionen qué es lo que les hace pensar que lo que están haciendo -cometer delitos- no tiene consecuencias contra ellos, que lo pueden hacer sin más", comentó Rodríguez.
Depresión, ansiedad, aquí estamos para ayudarles -dijo el entrevistado-, el gobierno, las agencias de la ley, los grupos profesionales de ayuda en la ciudad, los especialistas altruistas, porque los incidentes delictivos que hemos visto últimamente de adolescentes, los chicos involucrados están en un cuadro de ausencia de padres, de falta de un pilar de la casa, de matrimonios separados, divorciados.
"No cabe decir que los padres tienen dos trabajos cada uno, que están todo el día fuera de casa laborando, separados de los hijos, porque resulta que ellos son padres las 24 horas del día, así que los principios, los valores, todo eso que se les debe de inculcar a los menores debe hacerse cada instante en que se esté con ellos.
“Mamá, papá, acérquenseles, sea un minuto, un día de descanso del padre, en una convivencia familiar que tengan, son preciosos momentos que se tienen que aprovechar”.
“Hemos visto que estas conductas vienen de la ausencia de uno de los padres, la policía no podemos con todo, es en casa donde todo empieza, en el hogar inicia la educación, la instrucción, la ética, los valores, las buenas costumbres, los hábitos”.
Lo de nosotros ha sido actuar cuando ya pasó algo- señaló el entrevistado-, no, eso no está bien, lo que se debe hacer es atacar el problema de origen, que lo está provocando y como se puede evitar, cómo prevenirlo.
La unidad familiar es lo número uno de todo, es lo que tenemos las autoridades que decirles a todos en la comunidad, tenemos que ahondar en ese tema, para conseguir cambios en los padres de familia y por ende, en los hijos.
El menor podría confiarle a su padre cercano, que el chico está siendo víctima de bullying, de presiones en la escuela, las pandillas incitándolo a las drogas o a cometer delitos.
"La etapa de los 13 a 17 años de edad, es muy difícil y hay que estar con los chicos todo el tiempo posible, hacerse sus mejores amigos, involucrarse con ellos en su ideas, objetivos, su manera de pensar, que hacen, con quien conviven, sus metas, que desean”.
Los delitos, las conductas anti sociales, piensan que es un juego y no lo es, hay castigo, se les va a arrestar y con un ingreso a prisión, vienen otras dificultades en su vida, de superación, por ejemplo, no pueden ser policías, ni bomberos, muchos empleos no los aceptan, con antecedentes, con mancha en su comportamiento.
“Hoy el trend o tendencia es hacerse popular, ellos lo están haciendo para autoprotegerse de que yo soy el que hice esto ¿y qué? soy muy malo, no se metan conmigo, pero ya sabemos que luego pueden venir problemas mayores, un nivel más alto de delincuencia de ese chico, hoy tenemos juveniles robando trocas, traficando humanos y cargas de drogas, lo estamos viendo, las medidas para evitarlo deben empezar en casa y no después de lo ocurrido”, concluyó el jefe policiaco.