Si el Congreso Federal no se pone de acuerdo a más tardar este viernes, el gobierno federal sufrirá un “apagón” presupuestal que puede traer graves consecuencias en la frontera ante el peligro inminente de un cruce masivo de migrantes por la falta de fondos para pagar a los agentes de la Patrulla Fronteriza.
El congresista Henry Cuéllar advirtió que es una situación muy preocupante.
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Hay mucha incertidumbre, si no tenemos un acuerdo para un presupuesto de emergencia entonces todas las agencias federales se van a quedar sin dinero para operar, incluida la Patrulla Fronteriza
Resaltó que la frontera está sumergida en una crisis por los miles de migrantes que están llegando para cruzar a Estados Unidos, en especial de Venezuela.
Tenemos el riesgo que los agentes de la Patrulla Fronteriza no trabajen porque no habrá dinero para pagarles, tendrían que hacerlo gratis pero si no lo hacen se corre el riesgo que los migrantes aprovechen para cruzar de manera masiva
Indicó que una vez que ingresen a territorio de Estados Unidos será muy difícil regresarlos, en especial a los de Venezuela, porque no hay acuerdos con ese país.
Por eso pido a los congresistas republicanos que ayuden para que no cerrar el gobierno, no podemos correr estos riesgos en este momento, sería muy peligroso
Cuéllar partió a la capital de Estados Unidos donde se espera tener reuniones de emergencia en busca de un acuerdo que pueda impedir el cierre o “apagón” presupuestal programado para este sábado 1 de octubre.
Por su parte, con el gobierno al borde de un cierre esta semana mientras el Congreso sigue estancado en un acuerdo de financiación, los departamentos y agencias federales han comenzado el proceso obligatorio de planificación para detener funciones no esenciales.
Planes de cierre
La Oficina de Gestión y Presupuesto recordó a los altos funcionarios de la agencia que actualicen y revisen los planes de cierre.
Cada departamento y agencia tiene su propio conjunto de planes y procedimientos. Esa guía incluye información sobre cuántos empleados serían suspendidos, qué empleados son esenciales y trabajarían sin paga, cuánto tiempo llevaría cerrar las operaciones en las horas previas a un cierre y qué actividades se detendrían. Esos planes pueden variar de un cierre a otro.
Si el Congreso no logra aprobar un proyecto de ley de gasto a corto plazo para mantener las proverbiales luces encendidas, un cierre podría tener enormes impactos en todos los estadounidenses, en áreas que van desde los viajes aéreos hasta el agua potable.
Los casi 4 millones de estadounidenses que son empleados federales sentirán el efecto de inmediato. Los trabajadores esenciales permanecerán en sus puestos, pero otros serán suspendidos hasta que finalice el cierre. No se pagará nada durante el cierre.