Un carcelero aceptó 1 mil 500 dólares por meter tres teléfonos celulares a una prisión de Migración, ahora le espera condena de hasta 15 años de encierro, igual a quien en el exterior le entregó los aparatos para que se los llevase a un reo detenido por secuestrar y torturar a un menor, para obtener dinero.
Al custodio José Martín Espinoza, de 36 años de edad, residente en Mercedes, Texas y al civil Abel Ángel Solís, de 24, radicado en Pharr, les dictarán sentencia el 31 de julio y 18 de agosto, respectivamente, por parte del juez Ricardo Hinojosa, en McAllen.
Solís le pagó vía Cashapp a Espinoza tal suma, para llevarle los teléfonos móviles al detenido Sixto González junior, de 26 años, residente en Pharr, Texas, al interior del centro de detención federal para delitos de Migración en La Villa, Texas, población entre Edinburg y Harlingen, en el Valle de Texas.
Sixto González está encerrado por situación de rehenes, por “tablear” a un joven de 19 años de edad, en Reynosa, Tamaulipas a donde lo llevó con engaños, para secuestrarle y exigir 5 mil dólares a cambio de devolverlo a su familia, enviándoles a sus seres queridos, un video con las golpizas propinadas con un remo o paleta de madera.
Alamdar Hamdani, Fiscal Federal para el Sur de Texas, dijo que el custodio José Espinoza entró en tratos de culpabilidad con la fiscalía desde el 24 de abril y Solís aceptó su culpa este 15 de mayo.
A Espinoza lo detuvieron sus propios compañeros en el centro de detención en La Villa, condado de Hidalgo, llevaba uno de los celulares oculto bajo su gorra de trabajo.
El FBI condujo la investigación, Solís está detenido, Espinoza permanece libre bajo fianza.
Sixto González, el mismo 15 de mayo, pero en otro caso, ante el propio juez Ricardo Hinojosa, se declaró culpable de retener ilegalmente al menor en Reynosa, para exigir rescate por devolverlo a los suyos.