Solo en el área de Laredo en casi siete meses, se han salvado a 497 indocumentados a campo traviesa y a mil 500 en cajas tráileres o remolques cerrados, así como a extranjeros en casas de alijo o donde se les mantiene a la espera del pago de sus familias.
“Y eso que aún no entra la temporada de calor”, dijo este miércoles Joel Martínez, Jefe de la Patrulla Fronteriza Sector Laredo, al iniciar el recorrido anual con medios de comunicación en las áreas de peligro que viven los extranjeros de entrada ilegal al país, como subirse al tren de carga, cruzar el río Grande, caminar entre el campo semidesértico, viajar en cajas secas o refrigeradas, encerrados desde el exterior de dichos contenedores.
En tolvas de granos en los vagones del ferrocarril, ocultos en cajas de madera, clavadas y sin ventilación las que a su vez son transportadas en remolques con candado, esconderse o ser subidos para ocultarse, en los peligrosos “rompe vientos” piezas colocadas sobre el capacete de los tractores, en la parte exterior de las cabinas de estos camiones, donde viajan cientos de millas sin tener de donde sujetarse.
“No ha empezado la temporada de calor, nuestros más de 1 mil 800 elementos con arriba de 130 de ellos certificados como paramédicos, tienen que salvar a esta gente que camina cientos de millas entre ranchos, que se extravían, se pierden dando vueltas en el mismo sector, están sin agua, ni sombra, sin comida, muy cansados, los que se van enfermando o accidentados, que ya no pueden seguir porque tiene diabetes o hipertensión u otra condición, se les va abandonando a su suerte”, dijo Martínez.
Deshidratados, insolados, días sin comer, ni beber nada, ni siquiera agua caliente, amputados al caer de trenes en marcha, fallecidos por mordeduras o piquetes de animales ponzoñosos.
Martínez no dio cifras de los muertos, solo los que de una u otra manera salieron vivos los indocumentados, pero no igual a como llegaron.