El 1 de mayo se seleccionará el jurado para el juicio de doble homicidio del Supervisor de la Patrulla Fronteriza, Ronald Anthony Burgos Avilés, acusado del doble homicidio de su novia Grizelda Hernández y de su hijo de ambos, Dominik Alexander de 18 meses.
Es así que la misma primera semana del quinto mes de este año empezará el litigio de un caso de dos asesinatos que indignaron a los laredenses.
Pasarán 5 años de las muertes a navajazos ocurridos a la orilla del río Grande, cerca del crucero de Bristol y Allen, colonia Dellwood Park, en el área del Camino A Las Minas, cadáveres descubiertos la mañana del lunes 9 de abril del año 2018.
El Fiscal de Distrito del Condado de Webb Isidro Alanís, buscará la pena de muerte mediante inyección letal para el boricua agente federal, luego de que este jueves lograse que el juicio no fuera trasladado a San Antonio, Texas, como quería la defensa de Burgos, o sea, el agente federal será juzgado en la corte de distrito del juez Joe López, en esta ciudad, donde se supone que cometió los asesinatos de la mujer de 27 años de edad y de su bebe de año y medio.
Marisela Jacaman, Danny Elizondo y Jesús Vigil, asistentes de Alanís, este 9 de febrero, consiguieron el no traslado del caso, fuera de Laredo.
“Y la familia de las víctimas me pidieron en que solicite la pena de muerte mediante inyección letal para Burgos Avilés”, dijo el Agente del Ministerio Público del Estado, este mismo jueves, día del fallo contra la defensa del acusado.
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Los cadáveres de Grizelda Hernández y Dominik Alexander, de 18 meses de nacido, fueron hallados en aquella fecha a la orilla del río Grande.
Se supone que el federal los mató y a él le fueron encontrados por los investigadores de la Policía de Laredo, ese mismo día, los teléfonos celulares de Burgos y Hernández, discutiendo sobre la relación de ambos y el reconocimiento paternal hacia el pequeñín.
El propio Burgos Avilés, fue quien denunció el hallazgo de los cuerpos, supuestamente él halló los dos cadáveres entre una zona de terracería y pastizal a la orilla del afluente, un área la cual él a diario patrullaba o supervisaba para la Patrulla Fronteriza.
La Policía de Laredo inmediato lo arrestó en el lugar de los cuerpos, porque ya sabían de la desaparición de la mujer y el bebito, así como de quien tenían sospechas la familia de Grizelda.